Hay un pensamiento que a veces es duro de aceptar. Para algunos realmente es el más difícil de aceptar.
Este pensamiento es que las personas van y vienen.
Hemos nacido en una cultura disney donde se nos pone en la cabeza una y otra vez la idea de que estamos predestinados a una mujer o un hombre, y cuando vemos que no es así y esa persona fallece o nos deja o por alguna otra razón termina esa relación se nos cae el mundo encima.
Frente a este hecho mucha gente actúa con violencia, del estilo: ya que no puedes ser para mi te destruiré… lo que causa en parte la actual violencia machista, o feminista.
Esta tarde de Domingo, cuando estaba cerca del mar contemplando las olas, aprendí que podemos recurrir al ejemplo de ellas …
“Nosotros somos una costa de arena, llena de cosas bellas, y a ella paulatinamente se acerca y se van las olas. Algunas olas son tranquilas y placenteras y nos hacen sentir bien, otras sin embargo son de tormenta y nos crean sufrimiento. Sea como fuere hay que darse cuenta de que ya sea una ola que nos haga sentir bien o mal ,tarde o temprano nos dejara. Y es importante darse cuenta de que nosotros no somos las olas, sino la costa a la cual vienen a chocar estas…”
Por lo tanto la próxima vez que veas que necesitas mucho a otra persona o que al contrario, la aborreces, medita en este símil y trata de comprender que tarde o temprano todo pasara y quizas esa ola vuelva, o no.
Aún así trata a todos con amor y recuerda que solo eres la costa.
Buenas noches y feliz semana Bichitos *
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