La Música de Sergio

jueves, 27 de mayo de 2010

La llamada, la visita *






Alguien me habla :

Sergio tienes que hacer esto........me digo, bueno pues en marcha una noche más.

Al momento mi cabeza, empieza a dar signos de tener alguna palabra merodeando por ella.

Así empieza a dar vueltas en mi cabeza, primero es una palabra que viene en mi busca, me pregunta.
Me puedo quedar?

Bueno quédate, pero no me distraigan, que tengo mucho que hacer.....

Al rato viene otra, con más descaro. Vero estoy aquí, me puedo quedar?

Vale quédate, pero estoy atareado, no lo ves?

Al poco rato, vienen muchas más .
¡Estoy perdida me digo!

Tendré que dejar lo que estoy haciendo.

Y lo dejo. Cojo una hoja y empiezo a escribir cosas, muchas sin sentido, más tarde las pondré cada una en su lugar, aquí en la pantalla.

Una de ellas me pregunta.

Sergio conmigo que harás?

Tu suenas bien. Contigo un poema, o una canción, ¡ya veré!

A mi en que me convertirás?

A ti probablemente, me sirvas para un cuento, quedarás bien.

Y con nosotras, que harás?

A ustedes las puliré, no me suenan nada bien.

Al momento las palabras, empiezan a convertirse en frases.

Poquito a poquito, esto empieza a marchar bien.

Vamos allá...

El teléfono sonaba con insistencia; ella fue deprisa hacia el y vio que la llamada pertenecía a Javier, el corazón se le aceleró de pronto, hacía días que lo notaba muy extraño, y al ser celosa pensaba lo peor.

Habrá otra mujer, ocupando su corazón?

Ha perdido todo su interés por mi?

La mente la tenía siempre ocupada pensando esto, y cosas parecidas.

El teléfono seguía sonando con insistencia.
Ring ring ring ring

Lo cojo? no lo cojo?

¡Seguro que querrá romper conmigo, como si lo viera!

Y si llama para otra cosa?

No sé, me parece muy extraño, a estas horas llamándome; seguro que es para romper y como no se

atreve a decírmelo en persona, aprovecha hacerlo por teléfono, ¡pues no le daré la oportunidad!

Ring ring ring ring

Y si estoy equivocada?

Como lo puedo saber, ¡si tengo miedo a cogerlo!

Me armaré de valor, y lo cogeré con la pequeña esperanza de estar equivocada.

Diga?

¡Ya era hora niña!, donde estabas metida?

¡No lo había escuchado javi!

Pues hija, llevo media hora dale que te pego llamando. No me preguntas para que te llamo a estas horas?

No sé, supongo que me lo dirás tu, dijo muy nerviosa.

Que te arregles, que paso a buscarte, que te voy a presentar a mi mamá, ¡que ya es hora, que nos casamos dentro de poco y te quieren conocer!

Ella se echó a reír, una risa nerviosa se apoderó de ella.

Porqué te ríes?

De nada mi amor, cosas mías

Anda Bichito, arréglate que pasaré a buscarte,ponte Guapa que mis mamá alucine ¡jajaja!

Hasta luego mi amor

Colgó el teléfono, y empezó a dar saltos de alegría.

Porqué seré tan mal pensada?

Buenas noches bichitos , ya es jueves noche *

No estan las palabras...*




Desde la calle el Pilar intento buscar las palabras para describir todas las sensaciones que en este día voy sintiendo, todos los sentimientos que producen los recuerdos de las últimas 24 horas, que me atormenta pero también me alegran cada nochE... pero hoy, tengo hasta el ojo derecho nublado y, no tengo palabras, las busco y no están.

Cualquiera sabe que las palabras sirven para comunicar ideas, emociones, creencias. Tienen un trabajo qué hacer. Si dices dame y te dan, la palabra cumple su trabajo.

Esto es obvio. Pero también puedes sorprender a la palabra cuando está descansando (como sorprendes de pronto a un animal en un claro del bosque, descansando, digo) esto es, cuando no la usas, para mirarla y ver cómo es en su singularidad. Las palabras, como las personas, tienen individualidad, hábitos, familia, historia, y son raras o comunes, ilustres o bajas, sutiles o tontas,son hermosas o feas, pero no están.

Lo cierto es, que a veces encontrar esas palabras, es infinitamente difícil. Y aunque pase las noches en vela no consigo sacarme las espinas, no consigo relajarme, no consigo cumplir una de mis máximas "carpe diem" y escribir cada noche.

Pero hoy, no tengo palabras, esta noche las busco, ya saben que las derramo aquí de mi mente para irme a descansar sin nada en ellas, y despertar con el disco duro nuevo , para aprender nuevas cosas, pero no están, esta noche no están.

Llevo Horas buscando ahí dentro, donde siempre he conseguido rasgar algo y que cada noche leen ustedes. Buscando en esas caricias, en esos abrazos que tanto me llenan. Esos besos que me dan vida, y otro día y otro día , y más y más vida y más y más experiencias, pero no están.

Buscando en canciones, en los versos de Neruda... Y sin embargo que me encuentro? me encuentro que me siento sin palabras esta noche. Siento que algo me falta, y ese algo no es una persona, un abrazo ni una pizza Capricciosa. No tengo las palabras, donde están...

Ahora, esta noche, como ayer, esta mas que claro que no es el momento. Porque tengo ganas, pero no tengo palabras y me iré con la sensación esta noche que falle al no encontrarlas.

Donde están mis palabras ?

Si las ven, díganle que las ando buscando, por el mar de la noche...

Buenas noches bichitos *

miércoles, 26 de mayo de 2010

Cuando llegue mi Adiós *








Cuando llegue ese día, no deseo que mi cuerpo, terminados sus días sea atrapado en una fría y oscura tumba.

Cuando llegue el día, no quiero que mi mente quede atrapada en una frase célebre que por un chispazo de luz se haya dicho y permanezca en la historia escrita por la pluma y la tinta que nadie comprenda.

Que cuando vengas a mi funeral, si te apetece claro, quiero que estés bien. Que saludes, sonrías y converses con todos los que puedas. Que te acerques de improviso hasta mi cuerpo inmóvil y me cantes al oído esa canción que conocimos juntos, sabes cual es ?.

Me gustaría que pongan encima de mi ataúd, la bandera de siete estrellas que tengo en el salón de mi casa, al menos para irme con algo que me acompaño mucha parte de mi vida y irme a la otra, con ella.

No quiero que me lleven a un cementerio, a no ser que sea el de Igueste de Candelaria, donde pueda ver el mar desde esa montaña, como no va poder ser, me tiran las cenizas en mi rincón favorito que sabes cual es. El mar hará el resto conmigo, el sabe donde llevarme, la bandera te la quedas tu. Se que esa es la peor parte, pero seré feliz . Quisiera también que mientras estés allí, todo parezca natural, sereno, alegre y se tomen otro ron por mi y por ustedes.

Quiero que abras las ventanas del lugar y ventiles el ambiente. Y que le digas al encargado que retire todas las coronas porque el muerto tiene alergia al polen y mucho, eso lo sabes. También me gustaría que te ocupes de las bebidas, porque además de café, es preciso tener un poco de ron Arehucas blanco y si tienes dinero Matusalén para todo/as.

Por favor, esto es importante: que nadie se preocupe por la ropa que lleva puesta. Es más, te diría que a más color más a gusto estoy. Y que todos sean tolerantes con las reacciones de cada uno. Los que lloren, los que rían, los que griten y los que en silencio descansen en un rincón, todo me habrán querido de algún modo lo sé.

Cuando vengas a mi funeral quiero que estés bien. Que no pienses en todas las cosas que ya no haremos, sino en las que hicimos, que también son infinitas. Que te relajes y disfrutes como cada vez que lo hiciste cuando hubo un momento importante en mi vida. Y este, te juro que lo será.

También quiero, si es posible, que en algún momento te pongas a contar anécdotas graciosas sobre mí, y que intentes que otros se sumen con otras. Y que poco a poco, sin notarlo y sin quererlo, todos se descubran riendo conmigo, a mi alrededor.

Y sin ánimo de abusar, me gustaría también pedirte que traigas un pendrive con un portátil, con canciones para poner en el momento ( Taburiente, Aristides ... No quiero que musicalices la escena, sino que alegres el momento. Supongo que sabes de qué canciones estoy hablando , sólo contigo puedo hacer este pacto para volver a escucharlas cuando ya no pueda cantarlas.

Y antes de irte, quiero que te acerques hasta mí. Me pongas una manta encima y me hables del pronóstico del tiempo. No voy a poder hacer esto sin saber si mañana habrá sol o no.
Cuando vengas a mi funeral quiero que no hables de la muerte.

Quiero que te acerques hasta mi madre y que sin llamar la atención de los demás, le digas que yo estoy bien. Y que voy a estar mejor.

Mi mamá se merece todo lo bueno de este Mundo y mucho más.

Y como decía Gabriel García... Dormiría poco, soñaría más, entiendo que, por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz y yo espero no perder esta noche, soñando contigo *

Espero de todos modos, que todo esto suceda tarde.

Buenas noches bichito *

martes, 25 de mayo de 2010

Los Lunes y no al Sol *




El amanecer del lunes siempre me semeja un tubo en el que meto la cabeza, con mayor o menor esfuerzo para comenzar la semana. Es el día en que más tiempo cuesta enderezar las piernas una vez que posamos los pies en el suelo. Me parece a mí que no debo ser el único al que le ocurre esto.

Empiezo la mañana desayunando siempre en el mismo bar desde hace un tiempito ya con mi compañero Andres, donde la habitualidad hace que, de un día a otro, conserve hasta el asiento. Hojeo el periódico y le hago comentarios sobre lo que me parece lo que leo, el va a su aire solo quiere saber que me paso el fin de semana.

Algunas noticias o fotos me llaman especialmente la atención. Una de éstas es una foto de las elecciones en el Líbano, en la cola sólo hay mujeres y soldados que vigilan. Pero lo que me sorprende es que el par de mujeres que se ven calzadas con chanclas tienen los pies más grandes que los soldados que los tienen embutidos en botas.

A estas horas de la noche, en martes ya, firmo el acta de compromiso con la vida. Me encierro en mi habitación y escribo sobre la responsabilidad. Hombre que mira a la mujer que habla. Un ojo sucio, una lengua corta, un puente de hormigón hecho por arquitectos que vinieron de MARTE y no pueden regresar.

Tengo la imagen de un canguro flotando entre duras nubes de almidón. Dura la vida. Y mientras tanto, el salto de una niña que lleva trenzas negras y un sombrero gris, alcanza el mar.

La semana es tan corta que habría que programar con más esmero las frecuencias de los relojes de la vía pública en las ramblas y en la plaza del príncipe de esta ciudad. Se escucha el zumbido. Una mosca frígida que escapó de la cárcel de Devoto se mete por la mirilla de la puerta de calle de mi vecina ciega.

¿A quién le importa el nombre de los días? El lunes podría ser árbol. El martes: cielo. El miércoles: pez enorme que cruza al trote el río Amazonas. El jueves: luna de cemento. El viernes: siesta bajo un ombú descarriado, adicto al polen de las margaritas, dependiente, siniestro, malhumorado, asqueado de tanta raíz hundida en la tierra. El sábado: pelota de trapo. El domingo: cruz.

Pero es mentira. A Juanita sí le importa. A Rubén, que para no matarse se pone a escriibir sus notas, mientras viaja en binter desde Fuerteventura a Tenerife, también. A Ana, que tiene 35 y se enamoró de la panadera, seguro que sí. Y a mí, que ya no tengo remedios me da lo mismo ya.

Decía entonces que…

Lunes:

la canción de los pobres. Suena, suena. Que se agite la bandera y el miedo desaparezca. Asunción, sangre: saben dónde van, lo saben.

Tienen escrito el nombre del destino en las palmas... las palmas de las manos.

Un punzón caliente les agujereó la piel: libertad y estrías de pulgas ancianas. Cortan venas, rompen calles, se cobijan en la mugre. Hediondos de tanta espera, arman la murga del infinito destino sin destino con el maestro Don Enrique ya en ella, y se toman en serio las consignas de un viejo barbudo.

Son líquido espeso de una inyección para el culo. Cantan. Bailan. Agarran a los perros por las patas de atrás, y los muerden hasta hacerlos sangrar. Ningún río rojo los conmueve. Sopranos del viento.

Silencios de la altura. Rumiantes de la vanguardia. Espejos del tiempo apagado.

Lamparita oscura que alumbra en la tenue mirada de Julia mientras promete volver...

uff fin a esta locura...jeje

Termina el día y un televisor me habla con la voz quebrada, son dos chicos graciosos , un tal BuenaFuente y un tal Berto, y no el Alcade de arona.

Dicen que ya no hay tangos que los conmuevan. No, no, no. Ya está: comienzan a oscurecerse los ojos .

Un día más, una certeza menos.

No soy ni quiero ser la pierna que reprime la búsqueda infame de un hueco caliente por debajo de las sabanas de mi cama.

Buenas noches bichitos a por el cielo, o mejor dicho a por el Martes *

domingo, 23 de mayo de 2010

Dos Cerezas ... *



Domingo noche, y me gustaría decir que algunas veces sucede que, de repente, se cruzan en el camino dos personas con semenjanzas no previstas, y a veces sucede que además, esas dos personas, coinciden en un momento de soledad y deciden, hacer un alto en el camino, y pasarse de uno a otro guiños, miradas, piedras de los bolsillos en forma de confesiones...un montón de cosas. Y me gustaría pensar que no todo es mentira y que la gente no habla más de la cuenta.

Que cuando las semenjanzas no previstas dejan de unir, y todo de convierte en mitades de algo pasado o quizás futuro, algo queda de verdad en el camino.

Que cuando rompes la rama de dos cerezas no dejan de ser hermanas gemelas.

Que el amor no ha sido finjido, que simplemente no te ha cabido en la maleta.

Que la pasión ha sido provocada por mi piel, y no por un síndrome de abstinencia más.

Que las llamadas han sido un impulso necesario hacia mi voz y no un protocolo absurdo de unión.

Que los estribillos de las canciones que hemos escuchado han sido un fuego espontáneo y no una manera dura de perderse antes de encontrarme.

Que si te has perdido en mi casa ha sido porque mi ropa te ha dado la bienvenida y no por que hayas querido llevarte una historia qué contar a los oídos envidiosos.

Que los besos han sido sinceros...

Que te han sabido bien, que los echarás de menos cuando te vayas de viaje y te falte el equilibrio, el sustento, la voz de la conciencia que da abrazos sin empujar.

Que encuentres una barra, una cuerda, un tronco, un pie de cama y pienses que yo no estuve tan mal...

Me gustaría decir, que a menudo, se juntan los mitades de algo, y se quedan a medias...medio corazón, medio amor, medio placer, medio serio, medio amigo, medio enemigo, medio compañero, medio viaje a nunca jamás, medio circo, medio mentira y medio verdad. Y las mitades se confunden, y donde dijo digo, dije, que esto se me acaba entre la zona exacta, que tengo entre el pecho y el ombligo. Y en otras ocasiones, te paras en el tiempo porque te asustas y no quieres mojarte la camiseta.

Y cuando las dos mitades se dan cuenta de que se han equivocado, mienten para no tener que decirse las verdad. Porque ya es tarde, porque faltan las palabras y las ganas, y porque uno se vuelve medio mitad, medio mitad de otras mitades...

Y a ver quien une otra vez a las dos cerezas...

Buenas noches bichitos y a por la semana que viene fuerte,

Dedicado a mi buena amiga Pino... hasta mañana bichito *

jueves, 20 de mayo de 2010

Carta para mi Amigo *



Nos conocimos jóvenes, muy jóvenes los dos, yo no tenía ni 24 años cuando me “ficharon” como Asesor del Director General de Juventud del Gobierno de Canarias, y tú llegaste de becario a la Consejería, concretamente al Gabinete de Prensa,allí Paco Estupiñan nos ayudo mucho a los dos y nos cuidó. Desde el primer momento, conectamos bien, compartimos cientos y cientos de desayunos,desayunos que por mi cambio de trabajo no hace mucho, hago en el mismo lugar que lo hacía contigo... Luego nos llegaron las fiestas, guachinches y más de un tenderete por la noche, a lo largo de toda la geografía Canaria, incluso por Madrid; un fin de año en La Graciosa, y año tras año, íbamos a la Romería Chica y “grande” de tu pueblo, donde me invitabas a la casa de tus padres, para aparcar el coche, almorzar y seguir la fiesta hasta que San Isidro nos miraba mal, y decidíamos que ya era la hora de irnos para casa.

Con el paso del tiempo, nos hicimos algo mayores, no mucho… por desgracia, a ti no te dió tiempo de ello… De becario, te fuiste al periódico Diario de Avisos para realizar tu trabajo de Información local , y gracias a las coincidencias de la vida, nos volvimos a tropezar de nuevo: mi nuevo contrato, y esta vez, quizás, para estar cerca de ti en ese Ayuntamiento, donde tú dabas las noticias de la ciudad día a día. Y una vez más compartimos desayunos, y tenderetes, y más complicidad entre los dos.

Diste uno de los saltos más grandes que se pueden dar en Canarias en el mundo del periodismo, de la mano de un gran amigo nuestro y que ahora está en la cúspide de su carrera.

Hace poco estuve con él en Madrid, quedamos para un almuerzo rápido, no tiene tiempo para más y es de agradecer que, estando dónde está, en ese puesto tan importante dentro de su profesión y del periodismo en España, tenga tiempo para un humilde mortal, pero me considero un gran amigo y sé que tú, estés donde estés, nos mantendrás unidos para seguir manteniendo siempre esta amistad. Hablamos de su nueva vida, pero sobre todo hablamos de lo mucho que los dos te echamos de menos, quedamos en vernos por San Isidro en el pueblo de ustedes, fiesta que al poder que pueda no me la pierdo por si te veo en alguna esquina, y así hablar más tranquilos con un vaso de buen vino en la mano, disfrutando mientras vemos a tu gente con el traje tradicional nuestro.

En esa cadena de televisión, lo hiciste muy bien, ibas por muy buen camino, y créeme si te cuento que la gente en esa casa, que ahora lo están pasando muy mal, te echan muchísimo de menos, contigo no se hubiera llegado al punto donde están ahora, eso seguro, y espero y deseo que se resuelva lo más pronto posible su conflicto, porque tengo allí muchos amigos y conocidos.

Muchas veces te escuché decir que la vida es un viaje que nos regalan, y que eso ya era mucho..., pero a pesar de que todos sabemos que nada ni nadie habrá de ahorrarnos el final, a ti te bajaron demasiado pronto. Entiendo que la muerte es una realidad por la que todos pasamos, y que tarde o temprano atravesaremos esa puerta de nuestra vida, pero tú muerte después de tres años, nos dejó, y nos sigue dejando sin palabras… A mí, particularmente, se me hace muy difícil expresar lo que siento; es una confusión de rabia y dolor… Me aferro a algo que físicamente no existe, pero parece que me hubieran arrancado una parte vital de mi ser...¡Acepto tu ausencia, pero el vacío es demasiado inmenso!

Con el permiso y la consideración del gran escritor y humanista, Don Gabriel García Márquez, me despido de ti, plagiando en parte una carta de despedida que muchos han atribuido al gran autor de Cien años de soledad:

“Si por un instante Dios olvidara, que soy una marioneta de trapo, y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo que, por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.

Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen, tantas cosas he aprendido de ustedes pero realmente de mucho no habrá de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta infelizmente me estaré muriendo...

He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre.

He aprendido que un hombre solo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.

Si supiera que en estos son mis últimos momentos que te veo te diría “te quiero'” y no asumiría tontamente que ya lo sabes.”

Cosme, hermano: vivo con tus sueños, sueños que son recuerdos, recuerdos que serán eternos… un abrazo y cuídate mucho, allí donde estés… Por aquí, aún se te echa mucho de menos,tres años hace hoy 20 de Mayo de aquella noche, cuando cerca de tu casa te fuiste y parece que fue ayer, tarde o temprano nos volveremos a ver…

Buenas noches Bicho, siempre fiel, tu amigo Sergito*

miércoles, 19 de mayo de 2010

Por donde queda...*



Estaba a punto de salir de casa de mi mejor amigo de una fabulosa cena. Después de varias horas de cuidadosa observación, me encontraba consultando aquellos platos que no se ni como los realizo cuando, casi por casualidad, me llamó la atención una pequeñísima urna sobre un soporte de piedra en una de las esquinas de la sala de su casa .

Me acerqué intrigado, preguntándome qué podía encontrar en un espacio tan reducido como aquel, y entonces vi su contenido: una hoja seca.

En una esquina de la urna, una etiqueta leía: "Hoja de roble, encontrada a más de 5 kilómetros del robledal más cercano, posiblemente debajo de mesa mota en la Ciudad de la laguna, Santa Cruz de Tenerife.

Un pequeño cordón colgaba del soporte de la urna. En su extremo, encontré un folleto que parecía contar la historia de la procedencia de aquella hoja. Sin salir de mi extrañeza, la leí de principio a fin.

Esta es la historia de lima, una pequeña hoja de un viejo roble.

Lima era de las más jóvenes de la nueva generación primaveral de hojas del roble. Y también una de las más alegres. Su risa y su canción eran harto conocidas en los alrededores.

Claro que era vulnerable también a aquello que asustaba a todas las demás: el Gran Viaje. Hablar de ello siempre infundía respeto, incluso para alguien como Lima. Pero eso era algo que se veía muy lejano en el tiempo, y no le asustaba.

-Hay que reír la vida que tenemos, cantarla, bailarla -solía decir a sus compañeras.

Esa era su vida, una en la que no cabían preocupaciones por nada que no estuviera estrictamente relacionado con la diversión.

Un día, a principios de verano, cuando el viento estaba calmo y la floresta especialmente silenciosa, pudo escuchar los comentarios de las hojas de una encina que había no muy lejos de ellas.

-A mí me parece que cada nueva generación de hojas del roble es más rebelde que la anterior -estaba diciendo una de ellas.

-Desde luego, en otros tiempos hemos tenido compañeras mejores -le respondió otra voz.

Escuchar aquella conversación creó un pequeño nudo de nerviosismo en su garganta. "¿Esta generación?" "¿En otros tiempos?" ¿Es que acaso esas hojas estaban ahí desde siempre?

No tardaría mucho en averiguarlo porque, al día siguiente, sin perder tiempo, preguntó a Menta, la hoja más grande y tempranera del roble, acerca de lo que había oído.

-Dime, ¿acaso las hojas de la encina no nacen cuando nosotras, para que hablen de esa forma?

-No, de hecho -le respondió-. Se dice que ellas están ahí desde siempre y viven por siempre.

-¿Y por qué tiene que existir tal injusticia? -preguntó Lima indignada- ¿Acaso merecen por alguna razón más que nosotras?

-No tiene que ser una injusticia, Lima, no lo veas así -fue la conciliadora respuesta-. Piensa en que, por ejemplo, ellas jamás podrán emprender el Gran Viaje.

-¿Ah no?

-Por supuesto que no. A ellas no les está concedido ese privilegio.

Esta conversación tuvo la virtud de calmar los ánimos de una exaltada Lima. Por un tiempo se olvidó de las hojas de la encina y se concentró en su máxima de disfrutar de la vida. Así fue, al menos, durante muchos felices días.

Sin embargo, se llevó un tremendo susto la primera vez que recibió el excremento de un pájaro sobre su piel. Agravado por las risas de sus compañeras, por supuesto.

-¿Acaso tenemos que tolerar esto? -gritó enfadada.

-Para eso estamos, Lima, y para eso estás tú también.

-¿Que para eso estoy? ¿Y cómo se supone que debo limpiarme?

-Tendrás que esperar a la próxima lluvia.

Esperó.

Y por fin, después de muchos días, llovió.

Lima se limpió, pero no le gustó en absoluto la sensación de estar empapada.

Los días continuaron pasando y el verano ya casi terminaba mientras Lima se adaptaba a su vida.

Una mañana le despertó el ruido de la madera crujiendo.

Pronto, gracias a las indicaciones de sus compañeras, pudo comprobar la fuente de aquel ruido: estaban talando el roble más próximo al suyo.

Posiblemente aquel fue el único momento de su vida en el que se quedó sin palabras. Aquella horrible imagen no se borraría jamás de su mente.

-¿Quién hace eso, Menta? -preguntó con un hilo de voz.

-Los humanos, pequeña, los humanos.

-¿Y también tienen derecho a hacerlo?

-Ni mucho menos. No tienen en absoluto derecho a hacer eso.

-Y cuando se corta a un roble... ¿sus hojas mueren? -preguntó Lima, temiendo la respuesta.

-Sí, pequeña, aunque tardan un tiempo, pero mueren pronto.

-¿No emprenden el Gran Viaje?

-Desgraciadamente no, Lima.

Lima se quedó pensativa durante unos minutos. Por fin, se atrevió a preguntar:

-¿Talarán nuestro árbol?

-Sinceramente, no lo sé.

No lo talaron, y aunque todas ellas vivieron aquellos días en tensión ante el miedo a morir sin emprender el Gran Viaje, el otoño comenzó y siguieron vivas.

-¡Socorro!¡Ayuda! -se despertó gritando un día Lima- ¡He perdido mi color!¡Estoy manchada! Algo me ha sucedido.

-Te ha sucedido lo que nos había sucedido ya a todas nosotras -le respondieron-. Si te hubieras fijado antes, te habrías dado cuenta de que ya todas teníamos ese color menos tú. Eras la única que faltaba.

-¿Y qué significa este color? -preguntó ella algo más tranquila.

-Significa que ya está cerca el Gran Viaje, pequeña -intervino Menta.

Un silencio reverencial se hizo entre todas las hojas del viejo roble.

-¿Ya? -preguntó Lima luego de un rato, y la pena se notaba repentinamente en su voz-. Pero si mi vida ha sido muy corta.

-Cierto, Lima. Pero así ha de ser. El Gran Viaje lo compensará todo con creces, no lo dudes.

-¿Y es el Gran Viaje igual para todas, Menta? -preguntó ella.

-Pues no, no lo es -fue la respuesta-. Se dice que aquellas que han merecido más durante su vida emprenderán el Gran Viaje en un día de fuerte viento, mientras que otras lo harán con calma, o incluso con lluvia, y en ese caso, su viaje será más corto.

El corazón de Lima latía estos días con más fuerza que nunca, expectante ante aquello que esperaban todas.

Una mañana amaneció con mucho viento. El día era fresco, y el viento mecía continuamente el árbol, bamboleando a todas las hojas.

Fue entonces cuando la mayoría se dieron cuenta de que Menta se desprendía del árbol e iniciaba su Gran Viaje impulsada por el viento muy lejos.

-¡Adiós, pequeñas, adiós! -gritaba la que había sido para todas ellas como una madre.

Todas la contemplaron embobadas, hasta que desapareció de su vista.

Aquel día ninguna de ellas dijo una sola palabra. Aunque sabían que Menta había recibido su justa recompensa, la congoja de su pérdida las atenazaba y, de repente solas, temían más que nunca el desenlace final de su existencia.

A la mañana siguiente también soplaba el viento, pero éste ahora era algo más débil. Ese día partieron la mayoría de las hojas del roble. El anciano árbol se fue despoblando de forma que ya apenas le quedaban un centenar de hojas.

Al día siguiente la brisa era muy débil.

Todas las hojas que quedaban emprendieron el Gran Viaje. La mayoría cayeron al suelo directamente, y sólo algunas pudieron disfrutar de un viaje algo más largo.

Todas menos Lima.

Aún continuaba en el árbol. Era la última.

La tensión se apoderó de ella. ¿Acaso le estaba reservado el viaje más corto? ¿Sólo por protestar ante las injusticias iba a ser privada de su mayor recompensa?

Amaneció el día siguiente.

No se movía una brizna de aire.

Llovía.

Lima se echó a llorar. Era evidente que se le iba a privar del Gran Viaje. Deseó con todas sus fuerzas haber partido con Menta. Pero allí estaba, lista para caer directamente al suelo, empapada.

Y, sin embargo, no cayó.

Y al día siguiente también llovía, y continuó cuatro días seguidos lloviendo, pero Lima, ante su propio asombro, no cayó.

Al quinto día, el cielo amaneció despejado. Ya no había lluvia. Pero tampoco soplaba el viento.
Lima sentía que la hora estaba más cerca que nunca.

Al mediodía comenzó a soplar una brisa del oeste. Gradualmente fue aumentando su fuerza y en poco tiempo se convirtió en un fuerte viento. Al atardecer soplaba casi un huracán.

Fue esa tarde cuando Lima notó como se rompía su unión con el viejo roble. Enormemente excitada, miró a las hojas de la encina que tenía enfrente, y les dedicó su sonrisa más amplia.

Sintiendo que la emoción la embargaba, con lágrimas de agradecimiento en la cara, percibió la enorme fuerza del viento contra su cuerpo, y se preparó para el Gran Viaje, la casa de mi buen amigo, donde es su gran tesoro.

Por donde queda...

Buenas noches bichitos , hasta más ver o leer *

martes, 18 de mayo de 2010

El tablon de Corcho *


Perdónenme, estoy en un cambio de vida y mi habilidad y mi agilidad mental ya no son las mismas de antaño, la edad tan poco perdona; que no es que haya sido nunca el mejor de los memorizadores, tengo cierta aversión al aprendizaje hueco y rollero en plan loro,ya me se tres chistes de loros por cierto, jeje, pero sí es verdad que cuando era más joven, años A -y tenía menos preocupaciones, sobre todo-, además de estudiar podía hacer varias cosas más a la vez, como trabajar , salir de fiesta y memorizar muchísimos teléfonos.

Ahora me cuesta un pooooooooco más... Pero el gusto por saber, ése si que se mantiene intacto. Y es una sensación muy agradable, que espero no perder nunca, aunque me miren mal por tener varios libros abiertos o periódicos a todas horas, más el portátil.

(...)

Hay dos cosas básicas en mis amaneceres: ducharme y tomar un vaso de leche con Cola-cao. Ya sé que suena poco glamouroso pero la verdad es que después de eso, ya se me puede pedir cualquier cosa. O casi cualquiera... Bueno tampoco mucho no pasada las Diez de la mañana.

Hace años, cuando vivía en otra casa por la laguna y mientras desayunaba , miraba la pizarra de corcho que tenía colgada en la cocina. Era de esos de toda la vida: marroncita, blanda y grande, la más grande que encontré en la tienda de IKEA. Y miraba mi corcho porque creo que es uno de los espacios más especiales y más personales que tenía en mi casa.

Era como un espejo, como un baúl, como un diario.

Una especie de resúmen de momentos significativos de mi vida, aunque siempre está vivo, siempre cambiaba.

Tenía fotos, dedicatorias, letras de canciones, más fotos.

Tenía el árbol de la vida, dinámicas de karranza, una flor seca. más Fotos.

Tenía recetas que hace mucho que nadie hace,el abc del reciclaje, la historia de las galletas, y entradas de conciertos, y de pub y disco de la época, más de una ya con el paso del tiempo las han visto ustedes, colgadas en mi muro de facebook.

Tenía una lista de sueños,una lista de sentimientos,una lista de listas...

Así que de vez en cuando recuerdo aquel corcho; y recuerdo lo aprendido y anhelo lo que está por venir.

Recuerdo a gente que pasó por mi vida y pienso en quien aún camina junto a mí; recuerdo a quien echo de menos y a quien es parte de los fantasmas de mi pasado...

De vez en cuando, hago limpieza y cambio algunas cosas del corcho; las fotos, las listas, las historias. Renuevo mis recuerdos, mis sentimientos, renuevo mis sueños.

Les invito a que pongan un corcho en alguna pared de su casa; pueden rellenarlo con lo que les sugiera cada momento de la vida.

Pueden dejar parte de los miedos de ustedes, pueden poner ternura y caricias.

También pueden animar a que la gente deje sus impresiones, sus fotos, sus historias, sus recuerdos...

Saben lo que pienso, que todos hemos cambiado ese Tablón de Corcho por esto del facebook.

Aquí colgamos lo mismo que colgábamos en ese Tablón de Corcho de hace años, de nuestra juventud.

Compartid, compartirse. Es bueno para el alma y también para su cuerpo,en facebook o en el viejo tablón de corcho, pero no es lo mismo, antes tus "amigos " venían a tu casa y veían lo que habías hecho, las fotos, las notas,en ese tablón de corcho, ahora no lo ven en ese Tablón de corcho de tu casa lo ven por aquí. Mejor o Peor ?.

Yo mañana vuelvo a comprar y a recuperar mi Tablón de Corcho, y lo voy a poner en mi cocina, esto del Facebook tiene menos intimidad que él y mi tablón de corcho es mi intimidad y la de mis amigos.

Buenas noches bichitos, y como dice mi amigo Aristides, hasta el infinito y más allá *

lunes, 17 de mayo de 2010

Ala Tushkevich *




Nuestros argumentos diarios se escriben en los pequeños detalles inesperados. Los grandes momentos nos superan, nos aturden y nos sitúan fuera de nosotros mismos.

Esas vivencias supuestamente memorables pasan muchas veces al recuerdo sin que las hayamos disfrutado lo más mínimo.

No cambio una relajada comida familiar por un almuerzo de alto copete de esos caros que algunos de mis amigos se dan. Cada día reivindico más la naturalidad y el sosiego, la bendita sencillez que te permite ser tú mismo todo el tiempo, sin fingimientos protocolarios ni formas de vestir.

Ese día a día resulta una aventura fascinante si sabemos mantener a salvo nuestra capacidad de sorpresa y si dejamos que nuestra mirada se pose donde mismo apunta el corazón.

Si forzamos más de la cuenta corremos el riesgo de extraviarnos en el papel de un personaje que cada vez se irá pareciendo menos a nosotros.

Los pequeños sucesos que varían nuestros propios argumentos son siempre imprevisibles.

A mí esta semana pasada se me cruzo uno y de los más dolorosos que he conocido en los últimos años de mi vida

Tras un largo desayuno el Jueves pasado, con unas amigas de hace muchos años y que me perdonen que no les cuente donde trabajan. Me contaron el caso de una chica Rusa que fue asesinada hace como dos meses en el Medano. Esta chica de nombre Ala Tushkevich sufrió como poca gente en esta vida,sufrió la muerte de un con tan sólo cuatro años, en su localidad natal.

Ella decía que el pequeño había perdido la vida por la falta absoluta de asistencia médica en Khorol, una aldea tan remota y desasistida que una enfermedad medianamente grave se podía convertir en mortal.

Vino a Canarias de casualidad, por los consejos de unos conocidos que habían estado en las Islas y por alejarse un poco de la depresión que tenia de la muerte de su hijo.

Con el paso del tiempo, Ala conoció a un hombre, su situación de estar en canarias y sin papales le llevo a ello, el tiene 72 años de edad, de nacionalidad ecuatoriana. que la humillaba como ser humano, ella se escapo de el conociendo a un chico lituano del que se enamoró, e incluso al tiempo se fue a vivir con él.

La luz aparecía al final del túnel, pero su ex novio no lo aceptó, tal y como refleja la principal hipótesis de la investigación, por lo que presuntamente la asesinó a golpes y cuchilladas, para intentar sin éxito quitarse luego la vida, aquel fatídica día hizo el pasado sábado dos meses.

La luz aparecía al final del túnel, pero su ex novio no lo aceptó, tal y como refleja la principal hipótesis de la investigación, por lo que presuntamente la asesinó a golpes y cuchilladas, para intentar sin éxito quitarse luego la vida, aquel fatídica día hizo el pasado sábado dos meses.

Nadie pudo llegar a tiempo para salvarla de los brutales golpes de Fernando Orestes, de 74 años, ni ahora nadie ha podido solventar todavía los problemas burocráticos y económicos para que su cadáver sea devuelto a Khorol, una remota aldea rural de Siberia, donde su madre y hermanos lo esperan para darle sepultura. Y eso que varios conocidos de esta mujer, fallecida cuando tenía 37 años, hacen todo lo que está en su mano para que termine la segunda tragedia de Ala Tushkevich.

Pasado Dos meses de este Drama , donde los medios de comunicación de toda la isla, políticos denunciando este asesinato, vecinos en Grandilla y en toda canarias asustados y tristes por lo que le paso a esta chica en el medano,no sabran la mayoría por que los medios de comunicación no le hace un seguimientos a los casos y los políticos no resuelven estos temas de tanta sensibilidad, que el cadáver de Ala Tushkevich sigue en una nevera del Instituto Anatómico Forense de Tenerife, mientras un grupo de amigos y conocidos sólo han alcanzado a reunir 2.000 de los 5.500 euros que se precisan para repatriar el cuerpo a su Rusia natal.

Es para estar triste por el mundo donde vivimos o no, y pasar mucha vergüenza SI o NO ?

Ojala la Familia de Ala, pueda enterrarla dignamente muy pronto,que es lo que se merece después de los golpes de pecho de todos por su caso, Caso que todos ahora recordamos y que tienen a Ala después de dos meses aún en un Congelador en el Anatómico Forense de Tenerife y nadie sin hacer nada de nada.

Con el pensamiento en Ala, no son buenas noches las de hoy *

sábado, 15 de mayo de 2010

Dicen que no tengo tiempo



Tu tiempo, mi tiempo, el tiempo… el tiempo ajeno, el tiempo con dueño, el dios tiempo…

Uno es ajeno, el que llevas en tu muñeca con el sonar del tic tac, el que te dirá que vas tarde, el que tranquilizara porque aun falta para que se acabe la espera, el que se perderá cuando estés feliz y no notes su pasar… el que traerá la noche, el que marcará el día… el tiempo de la maquina que un día no tendrá batería.

Dicen que no tengo tiempo, que me quedan apenas dos telediarios,telediarios que ya no veo, que vaya ganas que tengo de meterme en estos berenjenales, ya con la edad que tengo, con sobrinos y sobrinas, formando barullo cuando uno los va a ver, que tú ha un no tienes nada; pero a mi ellos y ellas nos animan a seguir en la brecha y disfrutan viéndonos felices. Y eso que no puede venir a visitarme, son muy pequeños a un para venir solos; y a sus padres los trabajos los mantienen tan ocupados…

Dicen que no tengo tiempo. ¡Qué más da! Tengo futuro. El tiempo es una dimensión; el futuro es una esperanza que no se puede acotar con segundos, minutos u horas, y que palpita con los latidos del corazón. Por eso me hace sentir vivo; por eso disfruto de ella, pisando a tope el acelerador a mi expectativas.

Dicen que no tengo tiempo, pero yo les digo que para qué otra cosa sirve el tiempo salvo para tiranizarnos. Poco importa la falta de tiempo cuando yo me duermo a la noche con tu rostro grabado en mis retinas de tanto pensarte a lo largo del día, que no me canso de echarte el lazo de mis ojos, embrujados por tu belleza. Y me despierto sabiendo que una nueva jornada a tu lado es como una tregua, como una prorroga, como la que espero que mañana el Teneife nuestro Tenerife la gane, y que yo disputo con la frescura del que ha sido reserva durante mucho tiempo, a la espera de ganar la titularidad que tú me has dado.

Dicen que no tengo tiempo… Y qué puede importarme si a tu lado un siglo es un segundo. Ni toda la eternidad a tu lado me bastaría para colmar mis glotonerías de tu presencia, que de tanto estar a tu lado, tú tan dulce, me he ganado el apodo, y con orgullo lo llevo, de "el empalagoso" y "pegatina".

Dicen que no tengo tiempo… Y yo me rio de ellos; pero si juntos sumamos más de sesenta años, un bagaje de experiencia que para sí quisieran muchos de los que tanto nos critican, murmuraciones que no conforman más que un ramillete de envidia, telaraña que hace que el tiempo pase tedioso para quienes nos miran con recelo.

Dicen que no tengo tiempo… Pues resulta que este es nuestro tiempo, el instante propicio para saborear todas y cada una de las oportunidades que nos ofrece la vida, algunas de ellas vividas a destiempo, o justo en el tiempo más oportuno para que nos sea fácil exprimirle hasta la última gota de su jugo.

Dicen que no tengo tiempo… Y no se dan cuenta que mi tiempo es un soplo de aire renovado que aspiramos con intensidad y en el que perdemos la noción del tiempo, ganado la plena felicidad.

Dicen que no tengo tiempo… ¡Qué sabrán ellos del tiempo! Mi vida quedó parada en tu vida desde el mismo momento en que apareciste por las puertas de la residencia para romper mi soledad, ese látigo que fustigaba mi tiempo, haciéndolo interminable.

Tiempo, Tiempo, que es el Tiempo si tu no estas.

Feliz Tarde de Sábado *

viernes, 14 de mayo de 2010

Estrés (del inglés stress, 'fatiga')



Esta tarde no he parado de comer,y como he estado por casa ha tocado ver tele, y haciendo un pequeño calculo de todo lo visto,les puedo contar que todos los días tenemos que comer una manzana por el hierro y un plátano, por el potasio y para que no tiren más a nuestros barrancos. También una naranja, para la vitamina C, medio melón para mejorar la digestión y una taza de té verde sin azúcar, para prevenir la diabetes.

Todos los días hay que tomar dos litros de agua (sí, y luego mearlos, que lleva como el doble del tiempo que llevó tomárselos) me recuerda esto a cuando uno era joven por chamberí,y al mear cantaba aquello de mi agüita amarilla, de Pablo carbonel Toreros muertos.

Pero sigamos con el que todos los días hay que tomarse un Activia o un Yogurt para tener 'L. Cassei Defensis', que nadie sabe qué mierda es, pero parece que si no te tomas un millón y medio todos los días, empiezas a ver a la gente como borrosa..

Cada día una aspirina, para prevenir los infartos, más un vaso de vino tinto, para lo mismo. Y otro de blanco, para el sistema nervioso. Y uno de cerveza, que ya no me acuerdo para qué era. Si te lo tomas todo junto, por más que te dé un derrame ahí mismo, no te preocupes pues probablemente ni te enteres, pero nadie me habla del Arehucas que es lo que me gusta coño.

Todos los días hay que comer fibra. Mucha, muchísima fibra, hasta que logres defecar un sweater. Hay que hacer entre cuatro y seis comidas diarias, livianas, sin olvidarte de masticar cien veces cada bocado. Haciendo un pequeño cálculo, sólo en comer se te van como cinco horitas.

Ah, después de cada comida hay que lavarse los dientes, o sea: después del Activia y la fibra los dientes, después de la manzana los dientes, después del plátano los dientes... y así mientras tengas dientes, sin olvidar pasarte el hilo dental, masajeador de encías, buche con Plax...

Mejor amplía el baño y mete el equipo de música, porque entre el agua, la fibra y los dientes, te vas a pasar varias horas por día ahí adentro.

Hay que dormir ocho horas y trabajar otras ocho, más las cinco que empleamos en comer, veintiuno. Te quedan tres, siempre que no te agarre algún imprevisto. Según las estadísticas, vemos tres horas diarias de televisión. Bueno, ya no puedes porque todos los días hay que caminar por lo menos media hora (dato por experiencia por la avenida de Anaga: a los 15 minutos regresa, si no la media hora se te hace una).

Y hay que cuidar las amistades porque son como una planta: hay que regarlas a diario. Y cuando te vas de vacaciones también, supongo.

Además, hay que estar bien informado, así que hay que leer por lo menos dos diarios uno de aquí y otro de Gran canaria, más que nada para saber que pasa en las islas, y un tercero de fuera según lo tu ideología, pues el contrario, más que nada para saber que piensan ellos y criticar, y algún artículo de revista, para contrastar la información. ¡Ah!, hay que tener sexo todos los días(quien pueda claro), pero sin caer en la rutina: hay que ser innovador, creativo, renovar la seducción, tener juguetes y no un perro que te mire.

Eso lleva su tiempo. ¡Y ni qué hablar si es sexo tántrico!! ( que según me cuentan y te recuerdo: después de cada comida hay que cepillarse los dientes!).

También hay que hacer tiempo para barrer, lavar la ropa, los platos, y no te digo si tienes perro(Tolo)u otra mascota... ¿hijos? ¿ sobrinos? y de más familiares,Amen¡

En fin, a mí la cuenta me da unas 29 horas diarias. La única posibilidad que se me ocurre es hacer varias de estas cosas a la vez, por ejemplo: Te duchas con agua fría y con la boca abierta así te tragas los 2 litros de agua.

Mientras sales del baño con el cepillo de dientes en la boca le vas haciendo el amor (tántrico) parado a tu pareja, que de paso mira la TV y te cuenta, mientras barres.

¿Te quedó una mano libre? Llama a tus amigos. ¡Y a tus padres!! Tómate el vino (después de llamar a tus padres te va a hacer falta).

El Yakult con la manzana te lo puede dar tu pareja mientras se come el plátano con el Activia, y mañana cambian.

Y menos mal que ya crecimos, porque si no nos tendríamos que clavar un Danonino Extra Calcio todos los días...

Buenas noches bichitos, uff que Estrés (del inglés stress, 'fatiga') O, Estrés se deriva del griego STRINGERE, que significa provocar tensión , según mi amigo Maikel.

No tengo tiempoooo *

jueves, 13 de mayo de 2010

Momentos... *









La sonrisa se utiliza generalmente para expresar felicidad, alegría, simpatía o para disimular hipócritamente una situación incomoda, una hipocresía.

Esta tarde de reencuentro con unos amigos( Por que uno de ellos vive en La Palma)hablando y hablando uno de ellos nos confeso al resto que es muy feliz. Con su trabajo estupendo, y con su recién matrimonio, es más feliz aún,y me consta que lo vive y lo siente así.

Luego tengo otro par de amigos, tremendamente inteligentes, que no encuentran su sitio en la vida.Y mirando mirando, quien más y quien menos tiene alguna razón por la que quejarse y que convierte en pilar para andar gimoteando por la vida.

No sé si es por ir a contracorriente o por comodidad pero a estas alturas de la vida y desde mis vivencias -duras, se lo garantizo-, creo que resulta más fácil renegar y protestar que hacer el esfuerzo de buscar la felicidad.

De hecho, creo que es una obligación. Indudablemente, cada cual establece su escala de valores desde los principios por los que rige su vida para hacer el camino de la forma menos costosa y menos dolorosa posible, por supuesto; pero a veces sólo el hecho de salir de uno mismo y mirar un poco más allá, nos permite entender que nuestra felicidad no tiene sentido si no incluye a los demás, aunque en algunos momentos de la vida y según con quien , mejor estar solo.

Tradicionalmente la felicidad ha tenido tres patas: salud, dinero y amor.

Son termómetros de medición con los que flagelarnos en mayor o menor medida.

El dinero y el amor son cuantificables de un sólo vistazo, es evidente.

Y hacemos cuentas y más cuentas para que todo nos cuadre a la perfección. La salud, sin embargo, sólo se aprecia cuando sentimos de cerca lo que supone perderla...

Porque la tendencia natural es la de quejarnos por lo que no tenemos en vez de alegrarnos y de disfrutar de lo que sí tenemos. Invertimos tiempo y esfuerzo (mental, sobre todo) en pensar en lo que hemos perdido, en nuestras decepciones amorosas, laborales...

¿Quien no se ha despertado a medianoche, se ha desvelado y se ha puesto a darle vueltas a la cabeza buscando una solución a no sé qué problema?

A mí me gustan las personas optimistas y positivas, es verdad. También las negativas pero acabo metiéndoles caña, no lo puedo evitar.

El optimismo ayuda a enfrentar las dificultades con ánimo y perseverancia, ayuda a descubrir lo positivo que tienen las personas y las circunstancias, confiando en nuestras capacidades y posibilidades junto con la ayuda que otras personas nos pueden brindar. A mí, como buen Capricornio, ésto de pedir ayuda me ha costado siempre, lo confieso, siempre tarde o temprano te tiran su ayuda por las narices.

Ese orgullo mal entendido, ése "yo me presto a llevar todos el peso que tengan que venir", ha sido parte de mi personalidad y aun hoy es el día que, si no fuera por mis amigo/as( pocos) -tesoros inmensos, infinitos, colosales-, se me olvidaría que las tristezas, las penas y los momentos bajos también hay que compartirlos.Y liberarlos para poder seguir hacia delante.

Creo que el quid está ahí, en liberar lastre, en pasar página, en aprender de lo vivido y vivir con lo aprendido. Y disfrutar, disfrutar mucho y a cada momento.

Disfrutar de los retos, de las piedras del camino, de momentos tiernos, de miradas; disfrutar del sexo, de la amistad, de la risa y del llanto.

Disfrutar de amaneceres y de anocheceres, de la luna, del sol, de la lluvia...

Disfrutar.

Porque todo es un regalo y por todo deberíamos estar agradecidos.

Esta tarde pasada me hicieron un regalo (bueno, dos) Sólo el hecho de que alguien pensara en mi e hiciera el esfuerzo de sorprenderme es una preciosa muestra de afecto.

Lo que más me deslumbra de un regalo (no necesariamente algo material) es que habla de la calidad de la persona que lo hace.

Una persona detallista es generosa, amorosa, empática, tierna y dulce, aunque luego se disfrace de otras cosas para sobrevivir.

Así que, desde aquí grito bien alto que tenemos que ser detallistas, que tenemos que cuidar a las personas que participan de nuestra vida pero que participan con todo, que tenemos que sorprender, amar, proteger y atender.

Y acoger siempre, porque la soledad duele .

Buenas Noches Bichitos y ojala puedan dormir esta noche, soñando con su fin de semana maravilloso*

martes, 11 de mayo de 2010

Olvidados *


Esta noche hablando en la Tertulia de radio donde me invitan todos los lunes desde hace más de dos años, a dar mi opinión, sobre temas de actualidad, con un grupo de buenos amigos, hablamos de una realidad llamada los "olvidados" de la que nadie quiere saber, es como cuando hablamos de África, están detrás de nosotros, como si fuera una gran bolsa de basura negra de la cual no queremos saber nada.

Cada día cuando paseo por las calles cerca de mi casa, los encuentro sentados en los bancos de la zona de la iglesia del Pilar y paseando, siempre con la mirada triste, aterida de frío, con la misma ropa y con la sombra lejana de una belleza que se habría ido marchitando a golpe de desgracias.

Me voy a centrar en una mujer y un chico. La mujer, que cada día que la veo, me da tristeza y rara vez me pide algo, y no tiene pinta de estar metida en la droga o alcoholizada; el chico lo conozco desde hace años y ha llegado ser parte de mi vida.

Los días han ido pasando y en Santa Cruz (el Santa Cruz de las Ramblas para abajo) han cerrado y han abierto negocios, han aparecido nuevos jubilados o parados, siguen caminando como si fueran inmortales los empresarios de pacotilla que se creen que se van a comer el mundo; y la mayoría seguimos pasando como buenamente podemos, unos días tocando el cielo y otros aliquebrados o estupefactos ante los pequeños desastres cotidianos.

Transitamos como mismo lo hacía Don Gilberto Alemán para escribir su libro sobre el café "El Águila" hace más de un siglo, y seguro que como también lo seguirán haciendo dentro de cien años los que caminen cuando nosotros ya no estemos.

Ella, sin embargo, ya no está hace algunos meses. No te das cuenta el primer o el segundo día de su desaparición.

Hacen falta muchas mañanas a la carrera camino del trabajo para darte cuenta de que ya no está como una estatua melancólica en cualquiera de los bancos de Santa cruz de Tenerife, siempre en la esquina, como si esperara que alguien se sentara con ella, o como si aún estuviera aguardando al amor de su vida.

Casi todo los días me encuentro con David, mi gran personaje, un chico que es vecino de mi mamá en Añaza, y que todas las mañanas viene desde Añaza al centro de santa cruz caminado y hablando por una emisora de radio imaginaria con alguna persona que solo él lo sabe, me recuerda a la canción que contaba la historia de Sebastian, cantada por Ruben Blades.

David y yo llegamos al acuerdo desde que lo veía por Añaza de darle dos euros, pero con la condición de verlo entrar al bar a desayunar o a comer algo, hablamos y nos saludábamos. Es un reflejo de una persona joven que todos sabemos quien es, que es parte de nuestro día a día, pero que no queremos saber nada más de el, tan solo darle el euro para que nos deje en paz, David tiene su historia, incluso su familia.

David, que no tendrá más de veinticinco años, fue hace pocos años campeón de Canarias con el colegio Hermano Pedro en una maratón de cinco kilómetros,y una vez lo devolvió la policía local de Santiago del Teide a su casa, de donde él llego solo, caminado; estas son algunas de sus anécdotas y ya saben quien lo conoce que TODOS los días es su Cumpleaños.

Luego está la familia, dos padres alcohólicos y con una casa llena de perros, todo lo que encuentran por la calle lo suben a su casa y con tres hermanos que tienen la misma condición mental que él...

David no es el peor de los tres hermanos, uno de ellos esta todo el día encerrado en la casa y se encuentra mucho peor aún, los trabajadores sociales de la zona conocen bien el caso, pero cuando uno habla con ellos, responden que no pueden hacer mucho más.

David sí esta atrapado por ese abrazo mortal de una familia con muchos problemas y que incluso le pegan para quitarle el dinero que la gente le da y cuando uno lo ve cada día parece que va con hambre atrasada, pero ante esto nadie, ni yo, tenemos soluciones y me pone triste pensarlo.

Ahora, aparte de David, del Legionario del banco, del negrito con la pierna rota y otros tantos que duermen por las ramblas, hay otros que han ido llegando; pero la chica triste y David con su emisora de Radio arreglando a su manera la ciudad, son personas de mi día a día.

Uno quiere pensar que la vida regala muchas oportunidades y que ella estará luchando contra la locura y él tratando de sobrevivir sin la esclavitud diaria de que sus padres o su hermano le peguen.

Supongo que siempre ha sido así, que hay unos que pasan y otros que se quedan, y que en medio de la calle o de la vida estamos todos sin saber adónde diablos iremos a parar mañana.

Les dejo a mis amigos que les gusta la fotografía una idea, que hagan un reportaje con exposición de todas estas personas "olvidadas" de la ciudad donde vivimos o trabajamos,personas que vemos todos los días pero que no sabemos de sus vidas. Ricardo, para la tele también te sirve.

Suerte señora, allí donde este, y mucha suerte David, seguro que te veo mañana y nos tomaremos un café con leche juntos con unos Donnuts.

Buenas noches bichitos, que descansen y no dejen de pensar en ellos alguna vez en el día *

domingo, 9 de mayo de 2010

Muy pronto en la vida es demasiado tarde *




La puerta por donde más me gusta entrar, a veces salir, pero sin importar en qué sentido vaya, es la puerta que más me gusta atravesar, la de mi casa,no sé si a ustedes les pasa también, pero a mí cuando me tratan bien, me sorprende, y es que cuando entro o salgo de mi casa ,me suceden cosas.

La vida se ha encargado de enseñarme muchas , ya les he ido contando, casi día a día en esto del Facebook y en mi blog. Unas preciosas, otras dolorosas, otras dulces, algunas amargas...

Pero todas las experiencias me han enriquecido, me han encaminado a configurar mi escala de valores, que es como el código por el que nos movemos.

En esta línea vital -o de órden existencial-, hay dos cosas muy importantes que he aprendido a base de tropezones y empujones varios en los últimos años: que la salud es lo más importante que tenemos y que cada persona tiene derecho a su propia pataleta y a una escala de valores propia y sobre todo a tener la vida que cada cual quiera, sin obligarlos a nada más.

Que quizá lo que es bueno para mí, a ti te puede parecer una locura. Pero si nos respetamos, podemos llegar a convivir en armonía y en paz, No?.

La salud es eso que damos por hecho y que únicamente valoramos cuando la perdemos. En primera persona o alguien de cerca.

La salud es un pasaporte de bienestar, de equilibrio, de estabilidad contextual. Desde luego no es lo único pero es lo suficientemente básico como para darle la importancia que tiene.

Nos pasamos la vida maltratando nuestra salud: excesos de alcohol los fines de semana,Dietas raras para bajar de peso por aquello que se acerca el verano, ¡¡de trabajo!!...

Descanso insuficiente y de una calidad más que dudosa, una alimentación a todas luces desequilibrada, pésimas posturas corporales (ordenador, coche, hacer el amor.jajaja...), contaminación acústica, intoxicación televisiva, desarraigo de los afectos, inmunidad a los problemas ajenos... Maltratamos el CUERPO, la MENTE y el ALMA, quien da más?.

Y un día, como estos que vivimos, nos levantamos de la cama y algo se parte en dos; sentimos dolor, tristeza, malestar. Sentimos las ganas abandonar, de no luchar más, ganas de parar el mundo y respirar hondo para ver si nuestros pulmones pueden insuflarse de algo más que de oxígeno.

Pero resulta que ni el mundo se para ni los problemas desaparecen por arte de magia. La vida -compleja, divina, mágica, poderosa, terrible- se hace así así, a ratitos, a trazos y borrones (La Gran Rosana, que no paro de oír estos días), a golpe de esperanzas maltrechas. Y pasado el berrinche, sólo nos queda volver a lanzarnos a la aventura de ser felices.

Que nadie dijo que fuera fácil pero sí que es una obligación.

Así que dejemos esos días pordioseros, desvalidos y míseros y obliguémonos a dar lo mejor de nosotros mismos, obliguémonos al optimismo y a la esperanza, a ser un poco happys y otro poco hippies, que la verdad que esto último lo voy perdiendo con los años y era como mejor vivía, relativizando todo porque todo tiene algo bueno de lo que podemos aprender mucho y uno no para de aprender minuto a minuto ene esta vida.

Las encrucijadas son para crecer y son imprescindibles; hay que tomar decisiones, valorar lo que somos y lo que queremos ser, lo que tenemos y lo que queremos tener.

Y como los sueños no llegan a la puerta de casa, pues hagamos que nuestras manos los construyan.

No sé qué me traerá el día de mañana pero he decidido que esta semana que empieza mañana, sera el día a día para no rendirse, para volver a creer en la esperanza, para atiborrar de optimismo la autoestima, para creer en mi más que nada , como lo hacía hace años, nadie me ha regalado nada en esta vida.

Una vez más y mientras llega el momento, disfrutare del hoy y el ahora, de los pequeños detalles, de sonrisas, abrazos y miradas que se nos regalan cada día gente como tú.

Recordaré, cuando se me olvide, que mientras no se demuestre lo contrario, tengo una sola vida para vivir.

Y que vivir no es únicamente, pasar las hojas del calendario, en el día a día, vivir es que me regalen sonrisas y yo intentar regalarte y que veas las mías,y aprender a conformarme con pasear contigo y disfrutar de tu compañía.

Buenas noches Bichitos, y a por la nueva semana, que es una menos de nuestra Vida *

sábado, 8 de mayo de 2010

Las Olas *





Hay un pensamiento que a veces es duro de aceptar. Para algunos realmente es el más difícil de aceptar.


Este pensamiento es que las personas van y vienen.


Hemos nacido en una cultura disney donde se nos pone en la cabeza una y otra vez la idea de que estamos predestinados a una mujer o un hombre, y cuando vemos que no es así y esa persona fallece o nos deja o por alguna otra razón termina esa relación se nos cae el mundo encima.


Frente a este hecho mucha gente actúa con violencia, del estilo: ya que no puedes ser para mi te destruiré… lo que causa en parte la actual violencia machista, o feminista.


Esta tarde de Domingo, cuando estaba cerca del mar contemplando las olas, aprendí que podemos recurrir al ejemplo de ellas ...


“Nosotros somos una costa de arena, llena de cosas bellas, y a ella paulatinamente se acerca y se van las olas. Algunas olas son tranquilas y placenteras y nos hacen sentir bien, otras sin embargo son de tormenta y nos crean sufrimiento. Sea como fuere hay que darse cuenta de que ya sea una ola que nos haga sentir bien o mal ,tarde o temprano nos dejara. Y es importante darse cuenta de que nosotros no somos las olas, sino la costa a la cual vienen a chocar estas…”


Por lo tanto la próxima vez que veas que necesitas mucho a otra persona o que al contrario, la aborreces, medita en este símil y trata de comprender que tarde o temprano todo pasara y quizas esa ola vuelva, o no.


Aún así trata a todos con amor y recuerda que solo eres la costa.


Buenas noches y feliz semana Bichitos *

jueves, 6 de mayo de 2010

La gente..*




Esta tarde-noche me han hecho pensar, me dicen que ya no escribo como antes, también y esto es cierto, que los momentos no son los mismos delante de esta pantalla de ordenador cuando lo hago, y todo esto me hace pensar también en la gente, gente nueva, gente que esta , gente que ha pasado por la vida de uno, y es que al principio de nuestra vida, y una vez más cuando envejecemos, nos hacen falta la ayuda y el cariño de los demás.

Desgraciadamente, entre estos dos periodos de nuestra vida, durante el tiempo en el que somos fuertes y capaces de cuidar de nosotros mismos, descuidamos el valioso cultivo del cariño y de la compasión con el resto de la gente.

Puesto que nuestra propia vida comienza y termina con necesidad de afecto, ¿no sería mejor que practicásemos la compasión y el amor hacia los demás mientras somos fuertes y capaces?

Pedro Guerra cantaba una canción preciosa que dice... Hay gente en la cola de todos los cines gente que llora gente que ríe gente, que sube y que baja de un coche, gente en el rastro y en los ascensores,gente en la guagua en el metro,en la lluvia en un árbol, gente en la cuesta vestida desnuda cantando,gente con sombra con dudas gente que añora y que ayuda,gente que vive a la moda que viene y que va...

A mi, como la canción del gran Pedro,quizás por aquello de criarme en la plaza de la alameda y en las calles del barrio de Chamberí, me gusta la gente que es espiritual, con idealismo en los ojos y los pies en la realidad.

Me gusta la gente que ríe, llora,como a él, y que se emociona con una simple carta,(email) un llamada, una canción, una buena película, un buen libro, un gesto de cariño,una mirada,un abrazo o un atardecer en la punta de hidalgo...

Gente que ama y tiene nostalgias, que le gusta estar con los amigos, que cultiva flores, que ama los animales, admira paisajes, la poesía, sabe escuchar y que le gusta "PERDER" el tiempo con los de más.

Gente que tiene "TIEMPO" para sonreír, pedir perdón, repartir ternuras, compartir vivencias y tiene espacio para las emociones dentro de sí, emociones que fluyen naturalmente de adentro de su ser!

Gente que le gusta hacer las cosas que le agradan, sin huir de compromisos difíciles, por más desgastantes que sean.

Gente que ayuda, orienta, entiende, aconseja, busca la verdad y siempre quiere aprender, aunque sea de un niño, de un pobre, de un analfabeto.

Gente de corazón desarmado, sin odio y preconceptos baratos, con mucho amor dentro de sí.

Gente que se equivoca y lo reconoce, cae y se levanta, asimila los golpes, tomando lecciones de los errores y haciendo redimir sus lágrimas y sufrimientos.

Me gusta mucho la gente así, gente sencilla sin más ...

Hay una ley no escrita que dice que “el mundo es de los fuertes”, y que “sobrevive apenas el más apto”.

Si esto fuese cierto, la especie humana no habría podido subsistir, pues sus individuos necesitan protección durante un largo periodo de tiempo (los especialistas dicen que apenas podemos valernos por nosotros mismos después de los nueve años de edad, mientras que una jirafa lo consigue en ocho meses como máximo, y una abeja alcanza su independencia en menos de cinco minutos).

Desde luego, hay momentos en los que este fuego avanza en otra dirección, pero yo nunca dejo de preguntarme: ¿Dónde están los otros? ¿Acaso me aislé demasiado? Como a cualquier persona sana, también me hace falta la soledad, el tiempo de la reflexión.
Pero esto no debe convertirse en un vicio.

La independencia emocional no conduce absolutamente a ninguna parte – a no ser a una pretendida fortaleza, cuyo único e inútil objetivo es impresionar a los demás.

La dependencia emocional, por su parte, es como una hoguera que encendiéramos.

Al principio, las relaciones son difíciles. De la misma manera, con el fuego hay que conformarse primero con el desagradable humo, que dificulta la respiración y arranca las lágrimas.

Sin embargo, una vez encendido el fuego del asadero o chuletada, el humo desaparece, y las llamas lo iluminan todo, transmitiendo calor, calma, y, de cuando en cuando, haciendo saltar alguna brasa que nos quema, pero que también anima nuestra relación con el resto de la gente.

¿No están de acuerdo?

Todos hemos oído hablar de una dolencia de África Central conocida como enfermedad del sueño.

Lo que tenemos que saber es que existe una enfermedad muy similar que ataca al alma, y que es muy peligrosa, porque se desarrolla sin ser detectada. Al notar el menor síntoma de indiferencia y de falta de entusiasmo ante los demás, hay que hacer saltar las alarmas.

La única manera de prevenirse contra esta enfermedad es entender que el alma sufre, y mucho, cuando la obligamos a vivir superficialmente.

Al alma le gustan las cosas bellas y profundas y sobre todo la buena gente como tu.

Lo que no me gustaría es terminar como la canción de Pedrito Guerra ...Hay gente que sueña que abraza a otra gente gente que reza y luego no entiende gente durmiendo en el borde del rio gente en los ...Pero que sola esta...

O como dice Ortega Cano… Que sabe la gente, que sabe la gente... Que tu cariño y el mío es como la corriente. Que sabe la gente… http://www.youtube.com/watch?v=Y_Bkfxfvh7M&NR=1


Buenas noches Bichitos, buenas noches mi gente, que diría de nuevo Pepe Benavente*

martes, 4 de mayo de 2010

La boda de mi amigo Jesus *



La vida no es esa complicación diaria que nos cuentan en las noticias, que dicho sea de paso ya ni las veo. Tampoco es el atasco mañanero para ir al trabajo, la hipoteca que desvela, el desempleo que desasosiega o el tedio que mata poco a poco.

Nadie sabe con certeza cuál es el sentido de nuestra existencia, ni adónde vamos a ir a parar cuando todo acabe y nuestros corazones dejen de sonar como mismo lo hacía aquel reloj del bolero que iba apagando ilusiones y es que sólo podemos tener presentimientos.

Con el poco tiempo que nos permiten estar en el planeta no podemos aspirar a mucho más.

Este fin de semana pasado, me reencontré con mis amigos de siempre, ya les conté que uno se Casaba, uno de los seis amigos, Jesús.

El viernes intente por todos los modos llegar a la Palma, tenía que salir a las tres de la tarde, pero se me escapo ese vuelo y me puse en lista de espera.

El aeropuerto de los rodeos( que ya se por que le pusieron ese nombre), por culpa de la neblina lo cerraron a las cuatro y media de la tarde y lo volvieron abrir a eso de las ocho. Yo salí a las nueve de la noche rumbo a la Boda, no sin antes pelearme con todo el mundo para ello allí, y a mi tarjeta de Binter que me dio preferencias hizo el resto.

Me perdí la ceremonia que dicho sea de paso, me nombraron y todo. pero cumplí y llegue a eso de las diez y media de la noche a la cena y fiesta de después, no sin antes pasar por el Hotel para prepararme para tal acontecimiento.

Fue muy emotivo todo, ver a un amigo que uno quiere tan feliz, es como si el resto ya no importase, al final lo que uno siempre quiere es que la gente sea feliz, y si es un amigo de siempre, pues más razón para uno sentirse más que bien,por vivir y compartir estas cosas con ellos.

Si acaso, en los momentos claves como este, sí atisbamos la condición efímera que debería encaminar todos nuestros pasos y nuestras decisiones. No somos dioses, en eso creo que estamos todos de acuerdo, pero tenemos la bendita suerte de estar vivos, de que nos quieran y de que de vez en cuando se asome la felicidad en momentos como este.

Jesús y Alicia se acercaron esa noche, a esa vida inasible que tanto se parece a esos peces que vemos en los charcos de las rocas cuando baja la marea: los tienes a mano, en un espacio reducido, pero cuando los quieres atrapar se escurren entre los dedos o ni siquiera puedes llegar a rozarlos.

Lo que viví esa noche con ellos, con sus miradas cómplices y sus bailes y sonrisas, se pierden en la liviandad del vuelo de una mariposa, en los cables que cuelgan en medio del vacío, en los barcos que parecen quedar varados en el horizonte o en esas cometas que revolotean en el cielo como queriendo eternizarse en cada escorzo luminoso de los que allí estábamos para vivir y sentir su felicidad.

El hilo de los las horas compartidas con mis amigos de siempre, me sorprendieron en la mirada del otro cuando andamos necesitados de cariño, o en ese océano que desde que se enciende con el primer sol de la mañana no hace más que reinventarse en cada ola que rompe en la orilla.

Hilde,Macarena,Danid,Mary,Jose Angel y Estela... tejíerón en esas horas a mi lado,el intentar detener el paso del tiempo y atemperar la ausencia de tanto tiempo sin vernos.

También cada una de las parcas se encargaba de hilar, enredar o cortar ese hilo que nos une a la vida.

De niño, mi abuela me pedía siempre que le enhebrara el hilo en aquellas agujas que ahora hacen que el recuerdo de las tardes de mi infancia en la islita donde me reencontré con ellos, se llene de vetas luminosas. Le fallaba el pulso y la vista.

Hoy en día no sería capaz de enhebrar una aguja con aquella facilidad pasmosa de los ocho años. Ganamos en sabiduría, pero perdemos los reflejos y los sentidos.

Por eso nos desorientamos con tanta facilidad. En aquel entonces, el hilo era sólo parte de un juego que no sabíamos lo mucho que tenía que ver con la propia vida.

Se que el Viernes noche , me reencontré con ella, al recuperar la mirada de complicidad de mis amigos y la Gran Felicidad de uno de ellos al casarse con la Mujer que probablemente sea la de su vida. Dios quiera que no me equivoque.

Gracias amigos por seguir a mi lado sin pedir absolutamente nada a cambio.

Se les Quiere y mucho, hasta la próxima, que espero que sea pronto *