La Música de Sergio

miércoles, 22 de junio de 2011

Alban Heruin... *



Los antiguos celtas llamaban Alban Heruin a este festival y su significado primordial era el de celebrar el instante en el que el Sol se hallaba en su máximo esplendor, cuando duraba más tiempo en el cielo y mostraba su máximo poder a los hombres, era el día que alcanzaba su mayor plenitud y, al mismo tiempo, el día en que empezaba a decrecer hacia su casi muerte en el Solsticio de Invierno.


Se encendían hogueras para conmemorar ese poder del Sol y para compartir su fuerza con él, para alabarlo y al mismo tiempo para atraer su bendición sobre hombres, animales y campos. Resulta muy característica la asociación de este festival a las corrientes de amor y a pequeños rituales destinados a obtener pareja o a conservarla.


El solsticio de verano era una de las fechas claves para el culto al sol, al que el ser humano siempre ha adorado y mitificado. De él dependía la luz, el misterio incomprensible para aquellas civilizaciones de la noche y el día, el que daba vigor a sus cosechas.

Cuentan que la fiesta de San Juan en Canarias, tienen sus orígenes en 1582, cuando hubo una epidemia de peste en La Laguna al desdoblar unos tapices traídos de Levante para el Corpus, siendo San Juan Bautista tomado como patrono y abogado de la epidemia por acabar con dicha enfermedad a raíz de las rogativas que hizo el pueblo al santo. Esta noche, todos los pueblos de la Isla rendirán ofrenda al santo con rituales y las tradicionales hogueras.


En muchos lugares de nuestras islas , los niños, que llevan semanas construyendo las tradicionales hogueras que arderán mañana la noche de San Juan, se están viendo desbordados por la cantidad de residuos de todo tipo que mucha gente está depositando junto a las hogueras.


Lo que antiguamente era una labor compleja y dificultosa, porque resultaba verdaderamente difícil encontrar restos inútiles para quemar, en estos momentos es impresionante ver cómo se forman estas hogueras y cómo mucha gente aprovecha para tirar junto a ellas todo aquello que no quiere. Se están comenzando a quemar residuos que en muchos casos son inflamables o muy tóxicos cuando son quemados sin control alguno.


Alguien va a tener que echar una mano porque los niños, tradicionales autores de estas obras, ya no dan abasto para apilar ordenadamente tanta basura como la que le está dejando la gente al pie de las hogueras. Y quizás sería bueno, señores políticos, que alguien diese alguna instrucción o información sobre qué cosas se pueden quemar y cuáles pueden llegar a ser un grave peligro.

A este paso, y debido a la falta de alternativas para el reciclaje o el tratamiento adecuado de plásticos y demás residuos peligrosos, podría ser que que esta costumbre, de seguir con esta evolución, pueda llegar a convertirse en un auténtico peligro.


Una antigua tradición que hoy en día se está convirtiendo en una cosa completamente diferente y peligrosa. Pero bueno algunos estarán contentos porque les quitan una buena cantidad de basura del medio sin que les cueste un duro. Es lo que hay.


Y es que las hogueras se disfrutaban durante los días previos que íbamos de casa en casa sacando trastos viejos para quemar según cayera el sol en las vísperas de San Antonio, San Juan y San Pedro.


Recuerdo que reuníamos todo lo que podíamos y más para que en el barranco de las nieves, pudiéramos hacer la hoguera más grande de la ciudad.


Estábamos a veces dos o tres semanas antes de la hoguera de San Juan, y también pasábamos por las casas con unas huchas, para recaudar algunas pesetas para comprar dulces por las tardes la verdad, por que lo que era para la hoguera y sus voladores casi nunca llegaba nada de nada.


Pasábamos las tardes después del colegio Visitando carpinterías, recogiendo hojas de palma secas o árboles carcomidos en la zona de del barranco seco, de la plaza de la explanada y por todo el barranco de las nieves, todo aquello que traía desde la montaña en los inviernos con el agua corriendo por el.


Nuestro pique era con la gran hoguera que montaban nuestros paisanos de la barriada los pescadores, y días anteriores a la noche de san juan.. hacíamos un comando de guerra por la noche para ir a quemarsela..Ellos también a nosotros ehh. por lo que poníamos vigilancia hasta que se podía o nuestras mamas nos gritaban para irnos a casa ya.

Cuando mirabas hacia la encarnación o el planto,la explanada... lo veías todo lleno de hogueras... El aire olía a ceniza por todas partes y se vislumbraba la llegada del verano en lo eternas que se hacían las tardes y en que casi siempre las hogueras coincidían con el final de las clases y por tanto con la libertad más callejera y gamberra para todos nosotros.


Los días previos íbamos avisando a nuestras madres para que nos guardaran las papas que asábamos en la brasa de la hoguera y que luego metíamos en una salmuera que les daba punto definitivo a la cáscara carbonizada y crujiente que casi nos gustaba más que la propia papa.


También le metíamos algún que otro fly para que estañaran como si fueran petardos gordos …


No voy a decir mucho más, por si no han prescrito los pequeños delitos de esa infancia algo canalla, anarca y libertaria.Legalmente, ni ahora ni entonces tendrían repercusiones aquellas pillerías, pero seguro que a más de un adulto de la época no le gustaba por si pasaba algo con aquello…


Ya ahora de mayor, espera uno la noche con ilusión y cuando la luz que desprenden las hogueras ilumina la noche más corta del año y la llegada del solsticio de verano, y ve que el fuego adquiere un especial protagonismo y nos recuerda su magia y también la de cuando uno era un niños con mis amigos de la infancia... y su capacidad para purificar todo aquello que por él pasa.


Lo dicho,en menos de 24 horas o nos lanzaremos a la calle y echaremos en la hoguera todo lo viejo, todo lo que queremos olvidar, todo lo que ansiamos que quede atrás liberándonos para el día de mañana( no valen seres humanos ...jejeje).


Incluso se dice que si eres capaz de saltar tres veces por encima de una de estas hogueras todo el año próximo gozarás de buena suerte y de buena salud.


Yo mismo he quemado, a lo largo de los años, muebles viejos, colchones sobre los que había llorado y algún que otro diario con la esperanza de ser capaz de sentir y vivir la vida de otra manera, ahora con los blogs y el facebook no puedo hace eso, a no ser que tire el ordenador y los teléfonos a la hoguera.. que igual tampoco no es mala idea de hacerlo.


También he visto a otras personas colocar ramas de laurel en las ventanas de sus casas para llamar a la buena fortuna o quemar a medianoche un papel en el que habían escrito los deseos que esperaban ver cumplidos en los meses posteriores.

Así que ya sabes… Sal mañana en la tarde-noche y embárcate en la “Noche de las Hogueras“ lo hará casi todo el mundo y tu no vas hacer menos .


Generalmente se celebra en la playa pues así la magia del fuego se complementa con el poder del mar, la ceniza que cura se lleva las impurezas al ser limpiada con el agua salada que posee el poder de regalar vida.


Mientras el fuego baila en la noche su misteriosa danza y hace desaparecer todo lo malo de la tierra y de las almas que la habitamos, y caerán las chispas sobre nosotros, en un abrazo de amigos de familia, donde conjuramos el mal y convocamos la esperanza como brujas y brujos buenos, deseando lo mejor para todos y dejando lo malo atrás.


Un ultimo consejo.. cuidado con ir mañana a San Andres-- por que ya se saben que van dos y vienen tres..jejeje.


Seguramente ustedes saben de más de una cosa de hacer para que el mal se vaya y espero que me lo cuenten.

Noche de San Juan bendito alumbrada por hogueras, ecos de la caracola rodando por las laderas. La bruja por esta noche no tendrá en qué cabalgar, ... .


Buenas noches bichitos el cielo se llenara de luz y de purificación para liberar a nuestras almas en el bien *



martes, 21 de junio de 2011

Imprescindible Saber de ti... *



Imprescindible Saber de ti...

¿Cuándo cantaste por vez primera?¿Dónde percibiste la primera emoción de un acorde?¿Cuál fue la primera canción que escuchaste? ¿Cómo se llamaba tu primer amor? ¿En qué momento entendiste lo que era un gol? ¿Dónde golpeaste el primer balón de fútbol? ¿Quién horneó el primer pan que probaste? ¿Recuerdas cuándo fue la primera vez que cataste el alcohol? ¿Dónde te fumaste el primer porro de maría? ¿Con quién lo compartiste? ¿Cuándo viste el primer pecho de mujer, o lo otro de un hombre si eres mujer? ¿Recuerdas por qué llorabas de niño? ¿Qué era lo que más ilusión te hacía cuando tenías seis o siete años? ¿En qué momento aprendiste que la a era a y que la b con la a sonaba ba? ¿Cuándo entendiste que dos más dos sumaban cuatro? ¿Quién te enseñó qué representaba el cuatro y cuantos unos hacían falta para que el cuatro fuera justamente cuatro y no cinco o dieciséis? ¿Eres capaz de recordar de carrerilla el nombre de tus diez mejores amigos de la infancia? ¿Qué alimento te daba asco? ¿Te acuerdas de las truchas de batata por Navidad? ¿Y del olor a gofio recién molido? ¿Recuerdas cuando comprabas en la tienda chorizo perro? ¿Qué golosinas pedías en los bazares y los quioscos? ¿Por qué te hiciste del Real Madrid o del Barça, o de otro equipo que no fuera el Tenerife o la UD? ¿Cuándo empezaste a entender que en la vida no siempre gana el que se lo merece? ¿Cuándo fue la primera vez que te diste cuenta de que existe el abuso? ¿Recuerdas el nombre de alguno de aquellos perros callejeros que adoptabas con tus amigos durante varias semanas? ¿Dónde se llevaban luego a esos perros? ¿Por qué desaparecían? ¿Por qué sigues encontrándote perros con la mirada perdida en las cunetas de las carreteras? ¿Te acuerdas de los caracoles? ¿Y de las mariposas de colores? ¿Y de aquellos gatos que se dejaban acariciar por nosotros desde que eran cachorros? ¿Serías capaz de reconocer los lugares en los que te escondías cuando jugabas a Policías y Ladrones o al Escondite? ¿Por qué te daban miedo las campanas cuando tocaban a muerte? ¿Por qué, en cambio, te ponías eufórico cuando tocaban a rebato y se confundían con las tracas de voladores? ¿Te acuerdas de aquellas misas interminables? ¿Y de cuando descubrimos el campo en las primeras escapadas? ¿Y de las casetas que construíamos con cuatro cartones? ¿Cuánto hace que no te acuerdas de tus abuelos? ¿Serías capaz de colocar en su sitio a todos los que ya no están, en sus tiendas, sus talleres, sus balcones o sus tertulias interminables en bancos de madera de plazas que eran entonces el centro de la actividad cotidiana? ¿Es preciso olvidar para seguir sobreviviendo? ¿No traicionamos nuestra propia vida cuando olvidamos? ¿Serías capaz de resolver una raíz cuadrada si te la pusieran ahora mismo delante? ¿Cuándo entendiste lo que significaba la muerte? ¿Dónde te viste flotando por primera vez? ¿Cuál fue el primer poema que te leyeron? ¿Quién fue la primera persona que te levantó la mano? ¿Podrías rememorar una por una las noches de Reyes de tus primeros doce años? ¿Y te acuerdas del sabor de la hostia el día de la Primera Comunión? ¿Quién te explicó en qué consistía el tiempo? ¿Cuándo entendiste lo que marcaban las manecillas del reloj? ¿Quién te enseñó a montar en bicicleta? ¿Dónde diste tus primeros pasos sobre la tierra? ¿Qué te hacía reír cuando eras niño/a? ¿Cuándo empiezas a alejarte de la esencia de las cosas? ¿En qué momento comienza la rutina a ganarle la batalla a la aventura diaria y a la emoción? ¿Por qué las hogueras te llevan sobre la marcha a la infancia y eso te volvera a pasar en estos días? ¿Por qué hay olores que por más años y más ausencias que les caigan encima siempre hacen posible el milagro del regreso? ¿Dónde quedó escrito todo ese pasado que formó parte de cada uno de nosotros? ¿Cuánta vida dejaste entre las calles de tu pueblo o de tu pequeña ciudad como es mi caso ?

Diálogos conmigo mismo Esto es así…Conversaciones que se inician a través de mis preguntas…

Buenas noches bichitos. No tengo ni una pregunta más por ahora *


lunes, 20 de junio de 2011

El periódico de hoy y el papel higiénico *




Si tu haz leido hoy la prensa escrita( y espero que no el periodico el Día ) en papel debes saber que esto repercutirá positivamente en su higiene íntima.


Si por el contrario la haz leido en una pantalla de ordenador, prepárate para conocer un efecto mariposa que inesperadamente puede atacarle por la retaguardia.


Hace unos meses se dio a conocer un informe que explicaba cómo la crisis de la prensa de papel repercute en el mercado del papel higiénico. Y lo que es más importante, en la calidad de éste.


Al parecer, el aumento de las comunicaciones electrónicas trae como resultado que se tiren menos periódicos tradicionales (como los que haz leido tu hoy y repito que ojala que no sea el periodico “El Día”) .


El papel reciclado es la materia prima del sector del papel WC. Y esa misma condición de usado es la que confiere al rollo higiénico su característica y, por qué no decirlo, deseada suavidad. En conclusión, el papel de váter creado a partir de papel de primer uso resulta más puro, y por lo tanto, menos flexible y blando, más áspero.


Por supuesto, para conseguir el mismo nivel de suavidad a partir de papel no reutilizado, la industria se enfrenta a un problema de tipo medioambiental. El empleo para este menester de la materia prima original implica, de entrada, talar más árboles.


Y dotarlo de la deseada morbidez obliga a tratarlo con compuestos químicos, dañando de nuevo así el equilibrio ecológico del planeta. La industria papelera se centra ahora en investigar soluciones “limpias” al problema, tales como modificar las fibras del papel con enzimas.


Cuando se habla de la deriva de la comunicación hacia lo digital siempre se señalan algunas contraindicaciones para los usuarios. Los problemas de columna derivados de la mala postura al sentarse ante los ordenadores, la vista cansada por la luminiscencia de las pantallas. Pero nadie alude a este efecto secundario oculto.


De alguna manera, leer más prensa de papel no sólo le hará más sabio sino que le puede dibujar al menos una sonrisa en la cara al día.


Dependiendo de su regularidad, y con la edición del periodico “ El Día " de hoy Domingo y ayer Sábado,por no decir más días, se podrían limpiar bien sus partes más de uno.


Feliz semana a todo/as *


Viene dehttp://www.facebook.com/sergiodearmasyhttp://sergiodearmas.wordpress.com

miércoles, 15 de junio de 2011

El Muro de facebook y las Tizas *




Y si te vuelve a ver pintar un corazón de tiza en la pared.. que cantaban los radio futura...


Te Acuerdas cuando tu nombre por no se sabe que razón, aparecía en una pared dentro de un corazón junto al nombre de otra persona ?


Y es que los niños de los setenta veíamos escrito nuestro amor por las paredes y las calles de allí donde vivíamos. Generalmente lo escribían los amigos o las amigas, cuando robaban cuatro tizas desgastadas en el colegio donde estábamos, en mi casa como ya les he dicho más de una vez , el del Sector Norte De Santa Cruz De La Palma.


Dibujaban un corazón y dentro colocaban tu nombre con la novia que ellos creían que te convenía en ese momento.


Nos cuidábamos mucho de desvelar nuestros enamoramientos. Desde que nombrabas a la deseada ya estaba en boca de todo el mundo y lo más probable es que en un par de días estuviera escrito por todas las calles.


A veces éramos nosotros mismos, bien escondidos de los demás y cambiando la letra, los que escribíamos los nombres que nos interesaban.


Era una forma curiosa de declararte o de dejar caer una noticia a ver qué tal la acogía la susodicha.


De todas aquellas parejas que fueron escribiendo sus comienzos con tizas blancas no creo que se concretara casi ninguna, por lo menos conmigo no.


Echando la vista atrás creo que sólo una se mantiene tal y como la trazábamos entonces. Las demás no solían durar más de dos o tres semanas, y generalmente se quedaban sólo en un rumor, en un cruce de cómplices miradas o en un par de paseos nerviosos por los alrededores de la plaza de la Alameda, un pipí y pa´ casa.


A veces se podía llegar a la confidencia, pero poco más. No se escribieron nuestros primeros besos en esos amores que se trazaban con tiza.


Fueron tan efímeros como el propio material que se utilizaba para los escritos. Se borraban con un par de gotas de lluvia o con los baldes de agua que tiraban a la calle una vez terminaban de limpiar las casas.


Uno no recuerda hoy ni siquiera los nombres. Sí mantenemos algunas caras, tal vez un par de gestos, o el recuerdo de los recaditos en papeles anónimos. Hoy no sabría reconocerlas si me las tropezara por la calle, bueno si...


La tiza tenía ese encanto del amor, pero también servía para el insulto o la burla cuando trazaban cualquier barbaridad por las calles.


Lo rayábamos todo, pero nuestros grafitis eran inocuos y no perduraban ni dañaban las piedras históricas de la maravillosa ciudad que también se conserva aún.


No tenía nada que ver ese uso de las tizas con el que les dábamos en el colegio cuando nos mandaban a la pizarra a resolver cualquiera de aquellos problemas matemáticos que tanto nos descorazonaban.


La pizarra era una especie de escenario del que nos viene a la mayoría el miedo escénico. Resultaba terrorífico estar delante de toda la clase con una tiza en la mano y sin saber cómo diablos se resolvían aquellos condenados polinomios de las narices. Uno lo único que deseaba en esos momentos era que se lo tragara la tierra.


Luego estaban las tizas que equivalían a armas arrojadizas y que volaban de un lado para otro cuando no estaba el maestro/a, o si éste era despistado o estaba todo el santo día pensando en las musa de arañas.


Un machangazo de tiza lanzado con fuerza y puntería te podía dejar la cara como los palillos que ponían para que disparáramos con las escopetas de balines en las casetas de las fiestas. Abrir un paquete nuevo de tizas era como descubrir una mina. Te sentías medio explorador teniendo entre los dedos todos aquellos tesoros sin desgastar.


Hablo de las tizas blancas de aristas marcadas. Las de colores, en cambio, eran menos atractivas, y encima te dejaban la ropa toda manchada a poco que te despistaras.


Las blancas se quitaban con una buena sacudida en la ropa o metiendo las manos debajo del chorro unos segundos.


Pero ya digo que esos trozos de tizas que iban quedando en la parte baja de la pizarra, o del encerado, que es como llamaban a la pizarra la profesora más cursi,que no voy a poner el nombre aquí de ella, que a saber si lee esto o no... eran las que servían luego para escribir la actualidad amorosa de nuestros alrededores por todas las calles, donde vivíamos.


Pocas veces se escribían con tinta los nombres y las cuitas que queríamos hacer saber a todo el mundo.


De alguna forma teníamos claro que la tiza era efímera, tan efímera y tan pasajera como la propia esencia de los amores que contaba.


Un mes de enamoramiento entonces podía equivaler a un par de años de ahora.


La tiza era como una especie de ceniza blanca que iba desapareciendo tan rauda como nuestras proteicas pasiones. No quedaba nada de ambas. Los escritos se borraban como los propios amores improvisados.


Ni siquiera recordamos los nombres con los que un día compartimos corazones blancos en las aceras o en los muros de las casas, incluso hasta alguna que otra carretera...


Creo que aprovechamos poco y mal los muros nuestros de facebook y tenemos que aprovecharlos mejor , es algo mágico lo que podemos hacer con él y que todo el mundo se entere, no como antes con las tiza, que no enterábamos unos pocos, cuando pasábamos por ese muro, que no tiene nada que ver con este.


Buenas noche de casi Luna llena con eclipse en 22 horas más o menos, bichitos*


Viene de http://www.facebook.com/sergiodearmasyhttp://sergiodearmas.wordpress.com


lunes, 13 de junio de 2011

Milhojas,macetas,petisús... *




Cuando nosotros eramos niños y niñas, venían los dulces a nosotros, Se acuerdan ?.


Era los viernes a mediodía, cuando llegábamos del colegio después de la clase de gimnasia- hasta que el deporte empezó a tomarse en serio en la enseñanza siempre recuerdo la clase de gimnasia los viernes después del recreo, y además hablo de una Educación Física que consistía en un balón y treinta chiquillos corriendo detrás de él por una cancha pedregosa y bacheada-, escuchábamos de lejos la letanía de los dulces variados.


Se iba acercando a nosotros como nosotros nos íbamos acercando a él con nuestros deseos por hincarle el diente a aquellas milhojas que colmaban nuestra glotonería o a las benditas palmeras de azúcar que volvían dulces las tardes de la infancia.


No creo que fuera siempre el mismo, pero siempre llegaba puntual los viernes sobre la una de la tarde anunciando los diferentes dulces que vendía por la plaza de la Alameda y luego subía la cuesta de la encarnación de Santa Cruz De La palma que era donde vivía yo... Pero estoy seguro que en cualquier lugar de Canarias existia esto que les escribo esta noche .


Había que bajar con el plato más grande que hubiera en la casa y ponerse en la cola para poder acercarnos a aquel pequeño paraíso ambulante. ¡Cómo olían de bien aquellos furgones! Cierro los ojos y recuerdo aquel olor como uno de los más intensos y sugerentes de mi infancia.


La espera se hacía eterna, pendientes de que no se acabaran los petisús o las ensaimadas.


Uno lo único que soñaba cuando le llegaba el turno es que el plato fuera todavía más grande de lo que ya era.


Intentábamos que cupieran todos los dulces, y no recuerdo si el del furgón nos cobraba por unidades o por capacidad.


Supongo que sería por unidades, pero aún así nunca teníamos bastante. Comíamos con los ojos, o más que con los ojos con el olfato.


Los viernes a mediodía siempre olían a dulces variados, lo mismo que la salida del colegio por la tarde cuando sabías que ya no había clases hasta el lunes y que en casa te esperaba un festín de azúcares y cremas pasteleras.


Generalmente los sábados se mezclaban los dulces variados de los viernes y las truchas de mamá de los sábados o las Torrigas.


Ya los domingos por la mañana, e incluso algunos sábados, nos venían vendiendo panes de huevo o brazos de gitano, también de puerta en puerta, tentando con aquellos maravillosos olores nuestra glotonería y nuestro amor por los dulces.


Y entretanto podías acercarte a comprar una bolsa de mantecados del furgón que venia de Tazacorte con los helados de leche y de tutti fruti... qué mágica nos ha parecido siempre la expresión tutti fruti, es como si viajáramos al pronunciarla, o como si uno se hubiera criado en el Trastévere romano, o en medio de una calle de lujo de Milán: tutti fruti, tutti fruti, no era nuestro preferido porque no nos gustaban los tropezones de fruta confitada, pero lo pedíamos siempre porque haciéndolo parecía que viajábamos o que éramos hombres y mujeres de mundo.


No parábamos de comer dulces a todas horas. Supongo que nos salvamos del colesterol por estar todo el santo día corriendo y jugando por la plaza, el barranco...


Huelga decir que durante ese tiempo no renuncié a los dulces, con lo cual es fácil imaginar las consecuencias. Y es que a todos los dulces ya referidos habría que sumar los de los domingos por la tarde que íbamos al cine Parque De Recreo del tio de Carmen, donde la pelicula costaba 25 pesetas y el paquete d cotufas con refresco 20 pesetas.


Curiosamente al paso de tantos años uno no recuerda los sabores, o por lo menos no con la nitidez con que sí somos capaces de recordar el olor del furgón de los dulces variados cuando abría la puerta y nosotros habíamos sido los más rápidos, y por tanto los primeros en poder elegir entre todo el surtido que teníamos delante de los ojos.


Y lo mismo que venían los dulces a nosotros venía la ropa, con el furgón de Gonzalo el perrero, tocando la bocina todas las tardes para que bajáramos a buscar el pantalón vaquero o el chubasquero con gorra como el que salía en la teleserie de moda.


Entonces no había ni centros comerciales ni hipermercados, y aunque resulte increíble tampoco supermercados.


Había tiendas, y muchos de los complementos como el pescado, los dulces o la leche nos venían a buscar a nosotros.


La vida estaba a las puertas de casa, y el comercio, y todos aquellos personajes curiosos y populares que ahora es como si se los hubiera tragado la tierra. Bastaba escuchar el altavoz o un par de bocinazos pactados previamente para que nos echáramos a la calle.


Igual todavía siguen yendo por los pueblos, pero supongo que las normas sanitarias y la educación recibida nos han hecho mucho más tiquismiquis y aprensivos.


Hoy en día ya casi no hay ni moscas rondando entre los alimentos, y tampoco es que vaya uno a reivindicar las moscas a estas alturas, pero como machadianas que son sabían ir a lo bueno y revolotear entre aquellos dulces de recuerdos tan idealizados.


Igual ya no hay moscas no porque se estén aplicando mejor las normas sanitarias sino porque ya ni las sardinas, ni los petisús, ni la leche saben y huelen como antes.


A mi sólo me basta cerrar los ojos y recordar aquellos olores para acercarme sobre la marcha al paraíso. Por eso a veces reconozco que es una ventaja contar con los recuerdos: lo guardan todo, lo mismo un olor que una mirada o un paisaje.


Gracias a ellos no nos morimos del todo con el tiempo que va pasando presuroso con nosotros.


Me voy a descansar a la espera de una gran nueva semana y con el olor a los Dulces de aquellos viernes al mediodia de cuando eramos pequeños.


Buenas noches Bichitos y feliz semana *


Viene de http://www.facebook.com/sergiodearmasyhttp://sergiodearmas.wordpress.com



jueves, 9 de junio de 2011

23:59:59 ... *



Los últimos minutos del Miércoles día 9 de Junio, la última historia, por contar y escribir ahora; hay tantas últimas veces para tantas cosas, que no deberían tenerlas, que creo que es por eso que nunca nos acostumbraremos a decir adiós, con la misma sinceridad con la que sentimos el dolor que este nos causa; o quizás, siendo un poco menos pretencioso, deba decir que es solo porque este adiós no fue de la forma en la que debió.


Lo se, me ha pasado tantas veces, pero ¿Cómo saber si es un adiós correcto? Es decir, por las razones correctas, y en el mejor momento, si al final, es siempre más inmenso que las razones, un adiós es tantas cosas de nosotros mismos; quizás sea la mayor muestra de coraje o la mayor cobardía.

Pero hay, también, cosas que no podré olvidar nunca, por mas adioses que cuente, porque aunque me cueste creerlo, se han quedado prendidos de mi forma de sentir, y de aquella esencia absoluta, de la que me nacen ciertas ansias, de simplemente quedarme a oscuras, viendo aquellas cosas que no puedo cambiar. Y me refiero solo de momentos, de instantes. Lo siento, miento, también son sus historias, su temperatura, su brillo, y la forma de mi silencio en el momento más inoportuno de mi respiración.

Estas últimas horas estuvieron tan rodeados de últimas veces, que ahora que escribo esto, hay tantas cosas que ya he olvidado a pura fuerza de crearme a mi mismo ocasiones precisas para hacerlo; aunque muy en el fondo sepa que siempre fueron de una forma equivocada, tal vez; o al menos lo eran para mí.


Hoy ha terminado tantas cosas a la vez, y a pesar de todo, me doy cuenta que es mejor terminar rápido con esto; porque es cierto, no hay espacio para dudar, no hay espacio para detener nada; y sinceramente, tampoco tengo los deseos para hacerlo.

Me he confundido tanto, en estas horas, es cierto y también me han dejado muchos sinsabores; pero al final, es cierto, supe que los caminos se van forjando de adioses, y de últimos instantes, donde no importa lo que se diga, porque ya todo esta fuera de lugar, y entonces creo que la mejor forma de guardar la dignidad, es con un silencio bien entrenado, que al final nunca dejara de ser sincero.

No importa si las horas no regresan, siempre encontraremos que decir cuando nos pregunten por nuestras despedidas, y por aquellas personas que decidieron salir de nuestras vidas; quizás de la forma mas absurda, o tal vez con una sutil sonrisa de distancia, pero dejando siempre lo mismo; un grito, un llanto, o un corazón cada vez mas yerto.

Es cierto, siempre termina doliendo, pero también es cierto que todo termina siendo invisible. Insípido, siempre termina cada noche al llegar las 23:59:59 …

Adiós Miércoles...

Ya esta aquí el Jueves, pero falta descansar para vivirlo bien despierto, hasta que llegue las 23:59:59...

Feliz San Jueves Bichitos *