Hay palabras que están como vivas, vivas de verdad. Son lagartijas correteando entre las rocas, significan, dicen cosas. Y, otras, otras están como muertas. O, más que muertas, están vacías, no tienen peso, aunque su apariencia sea imponente, como decorados de cartón piedra que parecen el Gran Cañón del Colorado pero que no lo son.
En realidad, ambas cosas le pueden suceder a una única palabra en dos momentos distintos. Tal vez dependa de quién las emplee. De cómo, de cuándo, de por qué. Tal vez.
Hacía no sé ni cuánto que no la escuchaba. Es una de esas palabras antiguas, pero no antigua de antes, sino antigua de siempre. Mamá solía utilizarla, pero jamás en tono amenazante ni violento, porque mamá es la persona menos violenta y amenazante del universo. Sólo una, una única vez, me dio uno de verdad.
Pero es que me lo estaba buscando. Cada vez que recuerdo la única ocasión en mi vida (en la vida de mamá, su vida) que me puso la mano encima, concluyo que me lo había estando buscando. Porque me puse majadero, y llorón, y mimoso, y la desquicié. Y entonces me soltó la bofetada, el bofetón, la cachetada: el soplamocos.
Esta mañana, la madre que andaba por el aeropuerto arrastrando maletas con un chiquillo de unos diez años se lo decía en el mismo tono en el que mamá solía decírmelo (mira que te doy un soplamooocos, pero en portugués). Un tono bromista, juguetón, de advertencia de mentira. Un tono de salta para allá o te doy un soplamocos, aguantándose la risa. Me dio una cosilla al escucharlo, por aquí, por adentro.
Tengo una teoría. Ahora, cuando los directores de cine español piensan en un nuevo proyecto, lo primero que deciden, mucho antes que el argumento, los actores o las localizaciones, es el título. Tiene que ser un título que luzca. Algo sugerente y evocador, provocativo y estiloso, emocionante y prometedor, y hasta puede que un poco pedante.
Algo así como “Los crímenes de Oxford” (bueno, vale, este es más sencillito) o “Los abrazos rotos”. Discurren durante muchos, muuuuchos meses. Entonces, cuando por fin lo tienen, convocan una rueda de prensa, de esas de noche pero con gafas de sol, y lo anuncian a bombo y platillo, con ojos misteriosos (ya, sin las gafas de sol), manos entrelazadas frente al pecho, torso ligeramente inclinado, labios muy pegados al micrófono, tono trascendente. Mi próximo trabajo se llamará… ¡”Los abrazos rotos”!, ohhh, ahhh, ohhhh. Y luego ruedan cualquier mierda. Algo con Frodo Bolsón comiendo espaguetis a la boloñesa sobre las tetas de Leonor Watling, como plato fuerte (nunca mejor dicho), o con una sobreactuadísima Blanca Portillo bebiendo gintonics mientras da absurdas explicaciones acerca del tormentoso pasado de su personaje (que nadie necesita, en realidad), como si el público medio fuera subnormal.
El Kapitel en la laguna, abrió de nuevo sus puertas,con el amigo Carlos Machín dejándose todo y más en ese local para nosotros. Va ser unos de los lugares de referencia de Tenerife y de Canarias, para las noches de palabras entre todos nosotros, donde también con las miradas allí estaremos Conversando .
Yeray Rodríguez ( El Gran verseador y amigo, que no el del psoe de laguna) presenta en estos días, su Disco "Una misma tradición" con Edwin Colón,nos amenaza con estremecernos con su cultura y sensibilidad sin límites que el tiene “La piel que habito”. Conste que me gusta Todo lo que hace Yeray (cuando conserva su sentido del humor y de decir esas cosas como solo el sabe hacerlo ), y es que distintos escenarios de cuatro de nuestras islas acogerán en los próximos días la presentación del disco…estarán según me cuenta mi buen amigo Aristides Moreno, el Jueves 11, en el Orfeón La Paz, La Laguna, Tenerife20.30 h.
Viernes 12, Teatro Municipal de Tías, Lanzarote, 21 h.
...
Sábado 13, Terrero de lucha de Tetir, Fuerteventura, 21 h.
Martes16, Teatro Víctor Jara, Vecindario, Gran Canaria, 20.30 h.
Miércoles 17, Paraninfo de la ULPGC, Las Palmas de Gran Canaria, 20.30 h.
Si ustedes pueden en algunos de estos lugares no se lo pierdan. Oirán y sentirán mucho más que palabras Con el Gran Yeray .
Palabras convertidas en crueles letras, que deambulando van de una a otra mente, d un corazón a otro, dejando solo confusión a su paso, y llevándose con el la luz interior, que debe guiarnos.
Palabras que son gratis de pronunciar, y que cuestan mucho oírlas.
Palabras que tienen buena apariencia, y que preso te hacen si las crees .
Palabras que melodía parecen y un reggeton resulta .
Palabras que no buscan dar la luz a quien dirigen.
Palabras que al Oírlas, nos ayudan a descubrirnos
Palabras simples, palabras que desnudan sentimientos, que hacen transparentes, la coraza que cada uno tiene, en esta selva humana que nos toca vivir .
Uff...Ya las solte, ahora a dormir, que esta sera una semana muy dura.
Besos para ellas y abrazos para ellos, que descanses bichillos*
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