La Música de Sergio

domingo, 12 de diciembre de 2010

El Superviviente *



Domingo, 12 de Diciembre del 2010, aproximadamente 7:30 de la tarde-noche, o 19:30 como lo prefieran.


Ha sido un Domingo cualquiera, de esos que dejas pasar perezosamente haciendo lo que te apetece, o sea nada o casi nada que se quede grabado en tu memoria, ni que vayas a recordar unos meses después.


Quizás lo único que con el paso del tiempo recuerde de este Domingo, se centre en que fue el penultimo fin de semana que vivo antes de cumplir los treinta y muy largos ya.


Poca cosa para una memoria tan frágil como la mía. Cumplir los treinta y muy largos sólo pasa una, o ninguna vez en la vida, y representa una de esas cifras, que te recuerdan que a partir de entonces, todo va a seguir siendo igual.


Ya poco a poco mi edad nunca empezará por tres, ni mucho menos por dos. Pero sólo es eso, una cifra nada más.


Es posible que algunos atraviesen por un período de negación a la realidad y renieguen de su edad, en lo que muchos llaman “la crisis de ....”. Yo sólo vivo una crisis, y no tiene absolutamente nada que ver con la edad, o al menos no con la mía.


Pero volviendo a lo que nos ocupa: Domingo, 12 de Diciembre del 2010, aproximadamente 7:30 de la tarde-noche (si, ya sé que lo he repetido, pero es que había perdido el hilo…), tras una buena cena, me dispongo a apilar los platos en el fregadero.


Perplejo, observo que allí en el fondo y justo donde iba a posar un vaso, veo algo que se mueve.


Descubro a un pequeño escarabajo del tamaño de una mariquita (sabe Dios de dónde habría salido), que con soberano esfuerzo intenta caminar resbalando una y otra vez.


Con un dedo lo empujo hacia los agujeros del fregadero y tras abrir el grifo, lo veo caer a través de ellos…


Por supuesto, como siempre, antes de cerrar la Cocina,limpio la vajilla...


Y me siento un rato a ver la tele, mientras me pongo al día con algunos amigo/as por el chat de facebook de nuestras cosas…

8:30 de la noche aproximadamente, o 20:30 como lo prefieran.


La sed me impulsa hacia la cocina. Cogiendo un vaso me dirijo al grifo para llenarlo y… ¿qué ven mis ojos?


Nuestro amigo el pequeño escarabajo, en lo que supongo sería echar las tripas por la boca, ya tiene medio cuerpo asomando por los agujeros del fregadero. Le miro…, me mira… y se queda quieto adivinando su futuro.


Vuelvo a empujarle con un dedo mientras digo: “que te largues…”, quizás cruelmente, pero al menos le di una oportunidad de vivir al no matarle.


Me vuelvo al salón y me siento en el sofá, del que no me levanto hasta que termina una película cuyo título no viene al caso, pero que mantuvo mi trasero inmóvil hasta la 22:15 …


Vuelvo a tener sed, es lo que tiene cenar demasiado. O poco si son alimentos con mucha sal. Creo que se me fue la mano con la sal en los langostinos (ni siquiera sé si había que echarles sal y si eran langostinos ). Vuelvo a la cocina.


Vuelvo a coger un vaso de agua y vuelvo al fregadero a llenarle, y…, sí, adivinan bien, allí estaba nuestro amigo.


Esta vez casi en el borde del fregadero. La película había sido demasiado larga y tuvo tiempo incluso hasta para descansar.


Le miro…, me mira… (supongo, porque sus ojos son diminutos, me recuerda a un buen amigo que tengo )… y dándome por vencido cojo una cucharilla y le empujo con cuidado sobre ella para depositarlo después en la parte exterior de la ventana…


Ese es un ejemplo de supervivencia.


Paradójicamente, quizás el pequeño escarabajo apareciera para demostrarme que se puede sobrevivir si uno se lo propone por más que otros te quieran enterrar…, o quizás sólo fue una coincidencia y no tiene nada que ver con que yo vaya a cumplir los Treinta y muy largo.


Lo único seguro, es que ahora sí que tengo un buen motivo para recordar el Domingo 12 de Diciembre de 2010…


Buenas noches señor escarabajo, buenas noches bichitos . Feliz Semana a todos.


Dos Sábados y sera Naviadad, y hacía Belén va ir tu prima rin rin....*

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