La Música de Sergio

jueves, 23 de diciembre de 2010

Los Villancicos *



Por estos días, los super éxitos musicales de los artistas top deben dejar su lugar a esas canciones que, año tras año, se tararean y cantan durante la Navidad.

Es tal su éxito, que incluso se usan en los ring tones de los cutre,s en sus teléfonos moviles.

Es que los villancicos, construcciones poéticas y musicales de carácter popular y de estructura sencilla, cuya existencia data de tiempos remotos, aún mantienen toda su pureza, originalidad y sensibilidad.

Forman parte de la cultura literaria y musical de pueblos cristianos y se refieren al nacimiento de Jesucristo, a la vida de la Virgen María, al canto de los ángeles por el nacimiento de Jesús y a cualquier tema relacionado con la venida del hijo del Dios de los Cristianos, a este mundo.

De acuerdo a algunos historiadores, el villancico surgió aproximadamente en el siglo XIII, siendo difundido en España en los siglos XV y XVI, y en Latinoamérica desde el siglo XVII.

Al comienzo fue una forma poética española, que significaba "canción de la villa" o "canción campesina", ya que según parece fue un canto rústico de villanos o aldeanos, quienes los utilizaban en sus fiestas como registro de los principales hechos de una comarca; de la vida cotidiana de los pueblos.

Pero a lo largo de la historia, el villancico sufrió muchísimas transformaciones, hasta que, a partir del siglo XIX, su nombre quedó exclusivamente para denominar a los cantos que aluden al misterio de la Navidad.

Pero yo,un día, hace algunos años,cuando vivia fuera del Archipielago Canario, descubriendo mundo, me desperté en un avión después de una pesadilla; me despertó un villancico; un villancico en particular, reiterativo, una melodía obsesiva que aún hoy me despierta de las pesadillas pero dentro aún de las pesadillas.

Desde entonces siento un irreprimible rechazo del sonido de estos días, esa especie de melodía edulcorada que el tiempo le prepara a la vida para que ésta parezca de pronto feliz, luminosa y solidaria.

Lejos de mi la funesta manía de aguar la fiesta, que esta es una fiesta que a mucha gente hace tan feliz; de lo que hablo es del sonido de la fiesta, de esa penosa repetición de los villancicos en las tiendas, en el intercambiador de guguas, en los aviones.

En los aviones es la música de fondo mientras la tripulación ultima los interminables preparativos para el despegue, en el intercambiador es la música que te acompaña hasta las guaguas y el Tranvía, pero luego te insiste desde los altavoces perezosos del Tranvía, y en las tiendas es el acompañamiento obsesivo de los perfumes con los que, ignoro por qué, te reciben en las tiendas y sobre todo en las grandes tiendas o almacenes.

Haría un paréntesis en la vida, pondría un corchete a los almanaques, para que lo que nos espera ahora, los villancicos a todas horas y en todas partes, fuera borrado del mapa de los sonidos.

Es imposible parar la música, porque la vida es música, pero tendrían que guardar esa música para los auriculares: aquellos que quieran villancicos, con su auricular de villancicos, y los que quisieran silencio, como es mi caso, auriculares de silencio.

Este jueves tomaré transporte público y la calle para las últimas compras de estos días.. es lo que tiene tener sobrinos: y todo lo que me espera me gusta.

Me gusta la familia, la arena, el sol, la comida al lado del mar, el viaje en barco,( cada vez si puedo pillo menos aviones) los libros, los papeles, el ordenador que me acompaña, el reencuentro con semblantes que me apetece ver de nuevo...

Tengo que decir que tengo un buen recuerdo de los villancicos, de cuando vivia en Santa cruz de la palma, y salian los Divinos a rondar las noches y cantar debajo de todos los balcones de nuestras casas y saliamos a darles de comer y beber,con lo que teniamos en casa preparado para ellos... Recuerdo que nunca olvidare y que siempre añoro.

Pero, los villancicos.

Si no hubiera villancicos la vida de diciembre sería más feliz, más armónica, menos expuesta a esa rabia contenida con la que empiezo en esta época los viajes en los aviones y el barco, las visitas a las tiendas.

Alguna gente me pregunta por qué no voy nunca a las tiendas; siempre digo que por miedo a los perfumes.

No es cierto: es por si ponen villancicos también fuera de temporada. 

Y es que más de treinta y largos años después de mi vida.. sigo oyendo la misma letra y la misma musica en el Mes de Diciembre y parte de Enero en todos lados, y nadie cambia esto.

Como dicen los divinos en la palma..

El mismo día, a la misma hora, en el mismo lugar ...

Vamos, cantemos, somos siete, sobre el mismo mar, siente el latir de un solo pulso, llegó navidad .

Buenas noches Bichitos*

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