La Música de Sergio

domingo, 25 de julio de 2010

Una Tarde de Domingo entre Neuronas *


Dicen que despues del quinto mes de nuestra vida,todas las neuronas están ya en
el lugar en que habrán de estar toda la vida. Y han hecho este fantástico viaje, desde el cerebro, el cerebro primordial eindiferenciado. Durante el tiempo de esta migración, se diferencian más y más... algunas de estas neuronas realizan
ciertas funciones concretas, y otras realizan funciones diferentes, algunas se ocupan de la vista, otras del movimiento, o lo que sea.

Si lo pensamos bien, es un milagro, como todo esto puede estar programado de manera tan sofisticada, es como imaginar que me encuentro en una ciudad de diez millones de personas, sin direcciones, sin conocer nada del lugar, y tengo que hallar, pongamos, un sillón, el único sillón que me va bien a mi personalmente. ¿Qué puedo hacer para encontrar este sillón?

En esta ciudad de la que escribo cuentan las neuronas, con expertos que pueden guiarlas. Y hay células que están ahí precisamente para guiar a la neurona en su trayecto hasta las capas superficiales. Y estas células son expertas. Desde la parte inferior, al cuarto mes de gestación empiezan a emigrar hacia las capas superiores guiadas por estas células guiadoras.

Es algo así como si de pronto toda la población de La Palma emigrara en bloque hacia Lanzarote y cada uno tuviera que saber exactamente en qué parte de Lanzarote va a aterrizar y qué funciones va a realizar. Y todo eso gracias a unos guías muy discretos y una vez cumplida su misión desaparecen.

Podemos decir por todo lo que he leído de ello, que si tengo tres años y no me han enseñado francés o alemán, mis conexiones que hubieran guardado la capacidad de acumular los conocimientos de francés o alemán desaparecerán, y más tarde será mucho más difícil aprenderlos.

Existen muchos científicos e intérpretes que aprendieron los idiomas al principio de la niñez,cuanto antes se aprende, mejor.

cuanto más viejo es el ser Humano, más se cierran las ventanas. No cabe la menor duda. A los sesenta no es posible aprender un idioma extranjero de forma tan fácil como a los 6 o 7, pero lo que es interesante es que todavía es posible.

¿Hay algún misterio tan grande, tan increíble como este, en el mundo?

Pero por otro lado,en la vida nos condenan muchas veces al mal de Diógenes. A lo largo de los años nos han obligado a acumular conocimientos, recuerdos y objetos que no nos han servido absolutamente para nada.

Ni hemos encontrado emoción, ni nos han compensado los esfuerzos de concentración o aprendizaje.

Es normal que habiendo gastado tantas neuronas innecesariamente acabemos luego desorientados y sin saber por dónde diablos se encuentra la puerta de salida.

No sé si el cerebro será o no será rencoroso, pero que pasa factura y cobra lo que le haces es algo que creo que nadie puede negar.

De lo que lo vayamos alimentando dependen nuestros equilibrios y lo mucho o poco que sepamos sobrellevar eso que los tremendistas denominan los embates de la vida.

Pero vamos a hablar claro de una vez.

A quién le pedimos cuentas por las neuronas desperdiciadas en adquirir conocimientos que luego no nos han servido para nada. Las raíces cuadradas, por ejemplo.

Quitando a los matemáticos y a los ingenieros, alguien me puede decir para qué le ha servido una raíz cuadrada en su vida cotidiana.

Si al menos sirviera para soportar un desamor o para estirar la nómina y llegar a fin de mes, a lo mejor perdonábamos a los que se empeñaron durante semanas en martirizarnos con aquellos bailes de números que ahora resuelve en un plis plas la calculadora de cualquier teléfono móvil.

Unos dirán que lo hacían para desarrollar nuestro intelecto, pero qué intelecto.

Ese es el problema: en lugar de llevarnos a jugar un partido de fútbol en cualquier playa de Nuestras Islas y que esta tarde echo mucho de menos, nos torturaban con fórmulas matemáticas; y ahora, al paso de los años, los cerebritos que están al frente de todos los cotarros como algún periodico o empresa, no saben ponerle imaginación o espiritualidad a la vida.

Y tampoco se atreven a contarnos que no les valen para nada las fórmulas, entre otras cosas porque ellos saben que cuando entra en juego el azar se acaba el formulismo y empieza la aventura, con toda la bendita anarquía que eso conlleva y al final tendran que que quedarse por mucho que quieran con su vida.

Pero sigamos poniendo las cartas boca arriba. Cuántos de ustedes recuerdan cómo se resolvía una raíz cuadrada ?

No, no vale volver al cuaderno escolar, ni meterte en Internet, ni tampoco preguntarle rápido al chiquillo que está en la habitación peleándose con las mismas fórmulas que también nos robaban a nosotros tantos y tantos días de la bendita infancia.

Reconoce que no te acuerdas, y que además no te han servido para nada en todos estos años.

Ni la raíz cuadrada ni la trigonometría. La vida es otra cosa que no tiene nada que ver con las matemáticas.

Pero cuando lo empiezas a ver claro ya no te quedan neuronas para resolver el entuerto.

Cuida de tus Neuronas intenta utilizarlas para ser siempre, muy feliz.

Que pases una buena tarde de Domingo, hasta más ver bicho *

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