Dicen que los árboles que tengo frente mi casa en la plaza de la iglesia del pilar, crecen despacio. Que la vida pasa rápido.
Naces al alba de un nuevo día. Durante esta mañana, quizás, te enamoraste.
Envejeces sin remedio en este atardecer rojizo de sábado, perdiendo o siendo la pérdida.
Al llegar esta noche, a buen seguro, te has ido ya, como el día que ha acabado.
Miro al cielo y veo un cielo estrellado, es tu infinito techo. Los corazones de quienes te han querido, el mejor lecho.
El sol empieza a decaer tras una mañana rara y algo nublada, que ha pasado sin apenas darme cuenta. Los árboles que estan aquí al lado han perdido algunas hojas, como lágrimas caídas.
Todavía no es invierno,estamos en Otoño pero poco a poco lo parece para los arboles.
Desde hace años.Retraso el reloj de mi alma, que se adelanta demasiado a menudo, cada día un poco más. Y al hacerlo, entre mis recuerdos recuerdo que nunca se me dio bien volar cometas.
Tampoco lo intenté mucho."Es sólo un juego...", me decían.
Ahora, o puede que siempre, tras tantos amaneceres como atardeceres, no se me da bien decir lo que siento.
"Es sólo la vida...", me miento.
Ignoro si habrá algún otro intento, aún fallido, antes de que caiga otra noche, que todo lo cubre aunque sea Sábado en la noche y fin de semana.
Que pasen la mejor noche posible, y un Domingo llenos de sueños cumplidos *
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