La Música de Sergio

miércoles, 28 de abril de 2010

Viene de lo de ayer *



..."Las caricias son en Análisis Transaccional cualquier tipo de manifestación de una persona,ya sea verbal o no verbal,que implique el darse cuenta de la existencia de otra.

Son formas de reconocimiento de los demás y son vitales para sobrevivir y vivir,
tanto físicamente como psicológicamente, so pena de que, si son insuficientes en cantidad o calidad, se padezcan serios trastornos"

de la Wikipedia


... si hay días en que ni nosotro/as mismo/as nos aguantamos, puede ser por la sencilla razón de que andamos falto/as de caricias. A todo/as nos gusta oír un "te quiero" o un "gracias", recibir un abrazo cálido o una nota cariñosa, compartir un beso... esas muestras de amor nos hacen sentir bien y nos permiten sonreír desde el fondo. Sin embargo, vivimos economizando muestras de afecto, que son positivas en la bidireccional de cada relación.

Es una lástima pero no somos tan expresivos como deberíamos serlo. Si algo nos gusta, apenas compartimos un "gracias"; si alguien nos resulta agradable, pocas veces nos atrevemos a decir "¡qué bueno estar contigo, me gusta tu compañía y eres muy divertido/as !".

Por otro lado, nos cuesta aceptar las muestras de cariño positivas que nos dan. Si nos dicen “¡qué guapo estás hoy!”, lo más fácil es responder: "¡eso se lo dirás a todos!". Confundimos la vanidad con la humildad; es mucho más complicado dar las gracias que poner una barrera afectiva. Pero no debemos confundir la caricia honesta, que brota de la necesidad de expresar afecto, con la falsa caricia expresada generalmente en forma de adulación y que está directamente relacionada con la hipocresía.

Tampoco pedimos las caricias y los detalles que necesitamos, porque creemos erróneamente que ya solicitadas pierden valor. Sin embargo, es justo para ambas partes dar pistas sobre lo que nos gusta, sobre cuánto valoramos según qué muestras afectivas. No hay que tener miedo ni vergüenza por explicar que una rosa nos conmueve, que un regalito tontorrón nos gana o que una entrada sorpresa para un concierto nos ayuda a mantener viva la llama del amor. El amor que sea.

Reflexionemos dos minutillos y contestémos:
¿Cuántas caricias he dado hoy?
¿Cuántas caricias he recibido en el trabajo, en mi familia, de mis amigos?
¿He pedido hoy las caricias que necesitaba?
¿He rechazado hoy las caricias que me ofrecían?
¿Me he dado caricias a mí mismo/a?


Todos/as necesitamos muestras de afecto; cuantas más muestras, más alegría nos invade y más se refuerza nuestra autoestima. Hay más beneficios derivados de unas manifiestaciones tiernas y llenas de cariño:

- Se despiertan nuestra conexión con la vida y la alegría de vivir.

- Disminuye el nivel de estrés.

- Aumenta la energía vital.

- Ahuyenta la depresión.

- Cultiva el bienestar, la armonía y la relajación.

- Estimula nuestra identidad y nuestra escala de valores.

- Ayuda a desarrollar nuestro potencial creativo, no sólo artístico, sino existencial.

- Facilita la expresión de sentimientos y emociones.

... así que, indudablemente, una sesión de caricias y de ternura, nos reporta innumerables beneficios positivos que pueden animarnos un día... o alguno más .

Cuando te vea te daré un abrazo, no lo dudes.

Buenas noches, abrazos y besos con toda la ternura del mundo *

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.