La Música de Sergio

miércoles, 25 de agosto de 2010





Esta ciudad respiraba lentamente el calor de la noche, buscando un poco de aire fresco... nosotros soñabamos con observar la ciudad sentados en la luna bonita y grande de esta noche, con los pies colgados de ella.


Los Coches corrían debajo de nosotros y las personas tambien, intentando guarecerse en uno de los pocos pub que quedan abierto aún en la ciudad, en el Murphy.


Gente de muy extraña o mejor dicho una noche extraña para encontrarse a esta gente.


Nosotros bucabamos nuestra nube, buscandonos las caricias guarecidas en un cobertor para ocultarse de la fría mirada de los inquisidores morales que tiene esta sociedad en esta ciudad.


Ante el pudor de sentirnos observados, y con un poco de esfuerzo de los placeres, empañamos el gran ventanal de nuestra noche, para evitar ser descubiertos, enmudecimos el silencio con palabras no profesadas para el rosario de las ocho y procuramos ocupar sólo la luz que producía tanta energía desatada entre nosotros dos.


Para que seguir describiendo lo siguiente, sólo basta con decir que ni beethoven ni mozart ni chopin escribieron tan deliciosa melodía, conjugando besos, caricias, miradas y algunas palabras complices de nuestra acción.


Cuando tu llegues a domir te mirare en el más absoluto silencio, sentado en nuestra luna , y contemplando como morfeo va a por tí y te regalé una noche más, el mejor de sus Sueños, y...


Un Beso donde nadie te la ha dado antes.


Buenas noches, desde la luna de agosto sentado en ella *

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