miércoles, 26 de mayo de 2010
Cuando llegue mi Adiós *
Cuando llegue ese día, no deseo que mi cuerpo, terminados sus días sea atrapado en una fría y oscura tumba.
Cuando llegue el día, no quiero que mi mente quede atrapada en una frase célebre que por un chispazo de luz se haya dicho y permanezca en la historia escrita por la pluma y la tinta que nadie comprenda.
Que cuando vengas a mi funeral, si te apetece claro, quiero que estés bien. Que saludes, sonrías y converses con todos los que puedas. Que te acerques de improviso hasta mi cuerpo inmóvil y me cantes al oído esa canción que conocimos juntos, sabes cual es ?.
Me gustaría que pongan encima de mi ataúd, la bandera de siete estrellas que tengo en el salón de mi casa, al menos para irme con algo que me acompaño mucha parte de mi vida y irme a la otra, con ella.
No quiero que me lleven a un cementerio, a no ser que sea el de Igueste de Candelaria, donde pueda ver el mar desde esa montaña, como no va poder ser, me tiran las cenizas en mi rincón favorito que sabes cual es. El mar hará el resto conmigo, el sabe donde llevarme, la bandera te la quedas tu. Se que esa es la peor parte, pero seré feliz . Quisiera también que mientras estés allí, todo parezca natural, sereno, alegre y se tomen otro ron por mi y por ustedes.
Quiero que abras las ventanas del lugar y ventiles el ambiente. Y que le digas al encargado que retire todas las coronas porque el muerto tiene alergia al polen y mucho, eso lo sabes. También me gustaría que te ocupes de las bebidas, porque además de café, es preciso tener un poco de ron Arehucas blanco y si tienes dinero Matusalén para todo/as.
Por favor, esto es importante: que nadie se preocupe por la ropa que lleva puesta. Es más, te diría que a más color más a gusto estoy. Y que todos sean tolerantes con las reacciones de cada uno. Los que lloren, los que rían, los que griten y los que en silencio descansen en un rincón, todo me habrán querido de algún modo lo sé.
Cuando vengas a mi funeral quiero que estés bien. Que no pienses en todas las cosas que ya no haremos, sino en las que hicimos, que también son infinitas. Que te relajes y disfrutes como cada vez que lo hiciste cuando hubo un momento importante en mi vida. Y este, te juro que lo será.
También quiero, si es posible, que en algún momento te pongas a contar anécdotas graciosas sobre mí, y que intentes que otros se sumen con otras. Y que poco a poco, sin notarlo y sin quererlo, todos se descubran riendo conmigo, a mi alrededor.
Y sin ánimo de abusar, me gustaría también pedirte que traigas un pendrive con un portátil, con canciones para poner en el momento ( Taburiente, Aristides ... No quiero que musicalices la escena, sino que alegres el momento. Supongo que sabes de qué canciones estoy hablando , sólo contigo puedo hacer este pacto para volver a escucharlas cuando ya no pueda cantarlas.
Y antes de irte, quiero que te acerques hasta mí. Me pongas una manta encima y me hables del pronóstico del tiempo. No voy a poder hacer esto sin saber si mañana habrá sol o no.
Cuando vengas a mi funeral quiero que no hables de la muerte.
Quiero que te acerques hasta mi madre y que sin llamar la atención de los demás, le digas que yo estoy bien. Y que voy a estar mejor.
Mi mamá se merece todo lo bueno de este Mundo y mucho más.
Y como decía Gabriel García... Dormiría poco, soñaría más, entiendo que, por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz y yo espero no perder esta noche, soñando contigo *
Espero de todos modos, que todo esto suceda tarde.
Buenas noches bichito *
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