La Música de Sergio

domingo, 21 de marzo de 2010

Los pedantes *



Siempre he confiado en la evolución de las especies. Gracias a ese milagro que poco a poco va sacando adelante la naturaleza todo es cambiante y sorprendente.

Los monos se vuelven hombres,ya saben esto de yo iba para hombre, pero me quedé en mono... Soy un mono bonito, pero soy un mono.... los lobos se tornan perros leales y los colores de las plumas de los pájaros se acaban confundiendo con los colores de las flores junto a las que han volado durante siglos.

También me he encomendado a esa evolución para confiar en la mejoría de los comportamientos humanos.

Uno sigue apostando por ese crecimiento que nos haga cada día más solidarios como el de hoy, es lo que tienen los Domingos de Resaca y más inteligentes; pero si levantas la vista no dejan de aparecer sátrapas, mezquinos y sinvergüenzas que se reproducen con más facilidad que las almas cándidas que no han roto nunca un plato.

Si lo que triunfa es el insulto y la mentira, lo lógico es que a los niños que se crían viendo ese aberrante espectáculo multimedia no le podamos pedir que imiten a San Francisco de Asís.

Pero yo quería escribirles esta tarde de hoy, de los pedantes. La verdad es que no sé cómo llega alguien a la pedantería en ese proceso de la evolución de la especies.

No sé de qué animal ni de qué costumbre ancestral provendrá ese comportamiento tan altanero y vergonzante.

En el mundillo de esta ciudad donde vivo, se da mucho ese espécimen siempre airado, con gesto adusto y con un tono de voz engolado que va soltando sandeces por donde quiera que pisa.

Perdón, no pisa; levita y se mueve siempre por encima del resto de la gente. Seguro que ya tienen en mente algún grotesco personaje que se ajusta a esa descripción. No hace falta tirar de umbrales. con estos que van de sobrados y miran para todos lados a ver quien lo conoce, para darte el coñazo.

Aquí en las islas tenemos a muchos de esos acomplejados que casi parece que nos perdonan la vida cuando hablan. Anoche de copas con mi amigo Jonas, coincidí con uno de ellos. Miraba a la gente como si fueran bichos molestos, y luego se dirigía a ellos como si él fuera inmortal y estuviera muy por encima de las necesidades fisiológicas de cualquier hijo de vecino.

Yo preferí hacerme el invisible: es lo que siempre hago con los pedantes: si ven que no peligra su protagonismo no te atacan.

Con los años sí he podido comprobar que los más grandes son casi siempre los más sencillos y los más campechanos, y que justamente cualquier escribiente que lo hace en un periódico de la Isla,sale en la tele o habla por la radio, es el que se te pone pedante y altanero a las primeras de cambio.

Allá ellos. Para mí merece la misma consideración quien escribe en un periodico, sale en la tele o habla y habla en la radio, o esta en todos estos lados, que quien amasa el pan, conduce la guagua, diseña los planos de mi casa o acaba de bajar de una sonda espacial.

No sé quién les habrá dicho a todos esos mentecatos que son algo más que el resto por salir en los medios de comunicación y ... mejor paro *

Lo único que consiguen es hacer el ridículo y alejarse más del resto de la gente que los conoce, y es que esta Isla y esta ciudad, da para mucho.

Feliz Tarde de Domingo *

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