La Música de Sergio

martes, 16 de marzo de 2010

Érase una VEZ ... un CUENTO al revés *


La conducta y la razón no suelen ser buenas amigas entre sí, incluso cambiar la conducta para que sea semejante a la razón se hace ilógico, no podemos encuadrarnos simplemente a la razón pues se perdería la esencia del vivir. Pero, ¿existe una forma de salir totalmente de este cubo de monotonía? O ¿la vida simplemente es un sin fin de sensaciones al azar? si esto fuese así, el mero hecho de existir se convertiría en algo nulo y banal; esto conlleva a preguntarse que acepción tiene la “vida” y que hace falta para que la misma deje de ser un monumento a la rutina y el automatismo.

Todo Podría Empezar Con Un, Erase Una Vez… Las Historias se Recrean, reelaboran y enriquecen una y otra Vez Donde un Corazón Frió, Refugiado Dentro De un Príncipe no tan azul, Que Viajaba Por el valle de la Soledad, acompañado siempre del “Olvido” Su fiel Escudero, como Sancho Panza, en busca esta vez, de princesas Que Rescatar.

Mientras Descansaban, Este Príncipe Oscuro De Nombre pongamos “Verso”, Solía Invocar A La Palabra, Componer Poesía, Inspirado En Un Sueño De Hace Años, Encerrado En Su Bóveda De Cristal. El Único Sueño Que Había Tenido En Su Vida En El Cual No Habían Quimeras Ni Minotauros Asesinándole. Un Sueño Tan Real, Donde Sus Labios Pudieron Sentir Los Besos De Aquella Hermosa Doncella. Al Recordarlo, La Nostalgia Lo Invadía, Y Junto A Su Pluma Y Su Tintero, Lloraban Letras Sobre El Pergamino.

“Hoy Busco Mi Ser En La Tranquilidad Del Silencio... Pero Solo He Podido Hallar Tristeza Y Soledad

El Reflejo De Un Corazón Que Ha Sido Herido... Un Sueño Muerto Que Se Pregunta Cual Es La Verdad”

Pero La Nostalgia No Detiene A Verso, -Carpe Diem Quam Minimum Credula Postero- Siempre Decía. Un Día, Mientras Cabalgaban, El Olvido, Ignorante Por Naturaleza, Decidió Preguntarle Al Príncipe, Que Traducía Esa Frase Del Latín Al Castellano.

- Aprovecha El Día, No Confíes En Mañana – Le Respondió.

- No Lo Entiendo – Dijo El Olvido

- Si, Compañero. – Afirmó Verso - Aprovecha La Oportunidad Y No Esperes A Mañana, Porque Puede Ocurrir Que Mañana La Oportunidad Ya No Exista.

- Ya Veo A Que Te Refieres.

- Si Olvido, Entre Más Tiempo Pierda, Menos Posibilidades Tengo De Encontrar A Mi Doncella.

- Y No Sería Mejor Olvidar Esa Idea?

- No, Jamás Le Pidas A Un Caballero Que Abandone Sus Sueños.

Siguieron Montando, De Pronto, La Tristeza Volvió A Invadir A Verso. Llegó A Su Mente De Nuevo Aquel Recuerdo, Que Hacía Que Su Helado Corazón Se Derritiese Y Brotaran Lágrimas Tan Puras Como El Agua De Los Manantiales.

- No Llores Más, Los Hombres Nunca Deben Llorar – Dijo El Olvido.

- Una Vez Más Te Equivocas Amigo Mío – Respondió Verso. – Cada Lágrima Que Nace En Mis Ojos Se Convertirá En Un Ángel, Y Cada Ángel Me Ayudará A Buscarla.

Olvido Quedó Sorprendido, Calló Y Empezó A Pensar En Lo Que Le Acababa De Decir Su Señor, Entonces El Príncipe Lo Interrumpió, Volviendo A Hablar Pero Con Un Tono Mas Fuerte.

- Además, Quien Dice Que Los Hombres No Deben Llorar, Es Que Acaso Está Prohibido Sentir?

- No Señor, Pero…

- Pero Nada – Dijo Verso En Son De Regaño – Todos Tenemos Un Corazón Frágil, Por Más Que Queramos Hacernos Ver Fuertes Como Una Roca, Es Imposible, Los Sentimientos No Se Pueden Ocultar. Te Queda Claro?

- Si Señor – Dijo Olvido Mientras Asentía Con Su Cabeza A Modo De Respuesta.

Siguieron Su Camino Sin Decir Palabra Alguna Hasta Encontrar Un Río Cristalizado, Allí, Verso Se Detuvo Y Bajó De Su Caballo, Se Estiró Y Caminó Hasta El Borde Para Beber Un Poco De Agua Mientras Reflexionaba Al Ver Su Reflejo Difuso Irse Con La Corriente.

- Ya No Tengo Reflejo, Debo Estar Perdiendo Mi Alma, – Pensó El Príncipe – Tal Vez Esté Durmiendo, Tratando De Soñar De Nuevo Con Mi Doncella.

Olvido Solo Bajó Y Se Inclinó A Un Lado Del Río, Bajo Un Árbol, Silente, Debido Al Sermón De Su Señor. Verso Notó Que Su Escudero Seguía Mudo Desde Que Lo Había Reconvenido…

- Si Vez Un Alma Huyendo Atrápala, Es Mía – Dijo Sonriendo Para Tratar De Animarlo.

- No Reconozco Una, Señor, El Olvido No Tiene Alma – Respondió, Devolviéndole El Gesto.

- Ya Está Cayendo El Sol, Tendremos Que Pasar La Noche Aquí - Indicó Verso.

- De Acuerdo Señor, Iré A Preparar Todo - Olvido Asintió Con La Cabeza.

Cayó La Noche Fría, Y Sobre El Suelo Una Densa Bruma, Tan Blanca Que Parecía Que Estuvieran Durmiendo En El Cielo, Sobre Las Nubes; Los Astros Salieron A Hacer Compañía A La Luna, Juntos Brillaban Tanto Que Parecía Que Quisieran Hablar. Verso No Podía Dormir, No Salía De Su Mente El Hecho De Que Había Pasado Un Día Mas Sin Poder Encontrar A La Mujer De Aquel Sueño.

Se Sentó Sobre Una Piedra, Filosofando Sobre La Impotencia Que Sentía, Como Un Lobo En Las Penumbras Aúlla Porque No Puede Alcanzar La Luna Llena; Pensaba:

- Las Estrellas, Malditas Afortunadas, Cuanto Las Envidio. Desde Allá Arriba Pueden Verlo Todo. Si Tan Solo Pudiera Volar Como El Fénix Y Llegar Hasta Ustedes Podría Encontrar A Mi Doncella. Miserable Luna, Tu Sabes Donde Está, ¿Por Que No Me Dices Nada?.

¿No Entienden Mi Dolor? Lloro Por Dentro Lágrimas De Sangre, Yo Sigo Recordándola, Mi Historia Perfecta Es A Su Lado Pero Ahora Esta Perdida En La Soledad, En Un Triste Silencio De Un Mar Que Me Quiere Ahogar.

Después De Una Noche En Vela, En Compañía De La Soledad, Hablando Con El Cielo; Se Escabulle La Luna Y Se Apagan Las Estrellas. El Sol Sale Tras El Horizonte Y Les Da La Orden De Seguir Su Rumbo. Montaron Sus Caballos Y Se Marcharon Rápidamente. El Olvido, Imprudente, Volvió A Hablar.

- Señor, Hay Algo Que Aún No Entiendo.

- Ahora Que Quieres Escudero? – Preguntó Verso

- Pues Señor, Te He Visto Rescatar Tantas Princesas, Jóvenes Y Hermosas, ¿Por Qué No Simplemente Quedarse Con Una De Ellas?.

- Ah, Parece Que Aún No Alcanzas A Deducir – Dijo Con Desconsuelo – Ninguna De Esas Princesas Aprecia Lo Que Soy, No Soy El Tipo De “Príncipe” Que Ellas Esperan.

- ¿Que Quieres Decir Con Eso?

- Verás, Las Princesas Esperan Que Quién Las Rescate, Sea Un Hombre Reconocido, Fuerte, Que Monte Un Gran Caballo Blanco Y Que Sea Heredero De Un Reino Enorme. Pero..

- ¿Pero Qué Señor? – Pregunto Interesado El Olvido.

- Esas Princesas Que Solo Se Preocupan Por La Belleza Externa Y Los Bienes Materiales Vivirán Libres De Dragones Pero Presas De Su Amargura.

- Explícame, Por Favor – Reiteró Confuso El Escudero

- Olvido, Las Princesas Viven Solas Por Su Vanidad; Nunca Has Escuchado Decir Que Los Mejores Príncipes Están Escondidos En Sapos; Sapos Que Esas Jóvenes Nunca Besarán.

- Vaya, Pues Que Explicación.

- Además, Amigo Mío, No Puedo Estar Con Ninguna De Esas Princesas, Porque Mi Corazón Le Pertenece A Alguien, Creo Que Sabes Eso, ¿No? – Dijo Verso En Forma De Reprensión.

- Si Señor, - Respondió Olvido - Le Ruego Me Disculpe Por Mi Imprudencia.

- Tranquilo “Olvido”.

Esa Misma Tarde Llegaron, Exhaustos, A Un Pequeño Pueblo Llamado “Ogatrac” Cerca De La Ciudad De “Arierep”. Una Leyenda Decía Que Allí, En Ogatrac Habitaba Una Doncella, Prisionera De Una Cárcel Invisible. Solo Ella Sabía De Que Era Presa Pero Lo Mantenía Oculto.

- Al Fin Llegamos, Señor. – Dijo El Olvido Después De Suspirar.

- Por Fin – Reafirmó Verso – Escudero, Tengo Que Decirte Algo.

- Si Señor, Decidme

- Está Será Mi Última Aventura, Tengo Un Presentimiento.

- ¿Qué? Señor. ¿Qué Presentimiento? – Dijo Angustiado.

- Mi Doncella Está Cerca. El Viento Acaba De Susurrármelo Al Oído.

- ¿Más Poesía Señor? – Preguntó Olvido Liado

- No, Estás Errado Otra Vez – Dijo El Príncipe – Algo Me Dice Que La Encontraré Pronto. Espero Que Hayas Aprendido Mucho, Porque Pronto Serás Tu Quien Rescate Princesas.

Ambos Se Quedaron En Silencio. En La Noche, Mientras Buscaban Un Lugar Donde Comer Y Pasar La Noche, Verso, Vio Una Joven Hermosa, Idéntica A La Mujer De Su Sueño; Perplejo Ante Tal Belleza No Pudo Conjugar Palabra Alguna. Solo Pensó.

- ¿Será Posible?, ¿Acaso Todos Estos Años De Búsqueda Al Fin Dieron Fruto?. Pero No Parece Una Doncella En Peligro, Por El Contrario Se Ve Muy Feliz.

Confundido, Pasó Una Noche Mas Sin Dormir, Mil Ideas Le Rondaban La Mente, Y Una Mezcla De Sensaciones Adversas Le Hacían Sentir Que Crecía La Esperanza, Que Su Alma Estaba Regresando A Su Cuerpo. Justo Cuando La Noche Terminaba, Justo Antes De Que El Sol Apareciera.

- ¿La Leyenda?, Pero, Es Casi Imposible – Murmuró Sorprendido - ¿Que Tipo De Prisión Podría Retener Tal Hermosura?.

- Prisionera De Sí Misma Quizás – Dijo El Olvido Que Apenas Estaba Despertando – Tal Vez Esconde Su Dolor.

- Pues Si Es Verdad Lo Que Dices, He De Liberarla; Lucharé Contra Toda Fiera Que Interfiera En Mi Camino, Para Salvarla. Para Reparar Un Sueño Roto.

- Su Nombre Es Esmeralda, Todo El Pueblo La Conoce – Dijo Olvido Mientras Bostezaba.

Aquella Mujer, “Esmeralda”, Era Una Doncella Custodiada Por Un Minotauro Y La Sombra De Varios Monstruos Que Se Vistieron Alguna Vez De Príncipes Para Herirla. Su Prisión Era De Tristeza, Con Barrotes De Abatimiento Y Angustia, Como Vigía El Desconsuelo. Pero Esmeralda Disfrazaba Su Sufrimiento De Sonrisas, Escondiéndose Tras Una Máscara De Aparente Felicidad.

La Noche Siguiente, Verso Decidió Seguirla Hasta Su Morada, Ubicada Lejos Del Pueblo; Notaba Como A Cada Paso Que Daba Esmeralda, Su Expresión De Felicidad Se Tornaba En Un Gesto De Tristeza Que Opacaba Su Belleza.

Al Entrar A Su Hogar, Se Oyeron Amenazas, Gritos Y Llanto. Verso, Decidió Entrar También; Allí Se Encontró Con El Minotauro Que Custodiaba A Esmeralda, Y Decidió Atacarlo. El Minotauro, En Un Segundo, Desenfundó Su Gran Espada Y Se Preparó A Luchar, Mientras Que Verso Solo Sacó Una Pluma.

- ¿Una Pluma Eh? – Dijo El Minotauro Mientras Reía A Carcajadas – ¿Y Con Eso Esperas Derrotarme?

- Veo Que No Conoces El Poder De La Palabra – Respondió Verso Mientras Sonreía – Con La Palabra Puedo Hacer Que Te Diviertas O Por El Contrario Que Te Sumerjas En La Más Cruda De Las Tristezas.

- Jaja.. ¿Y Que Acaso Tu No Conoces El Poder De La Espada? – Dijo El Minotauro Riendo De Nuevo.

- Las Heridas Físicas Se Curan, Las Heridas De La Mente Y El Alma Vivirán En Ti Para Siempre – Advirtió Verso Mientras Remojaba La Pluma En Su Tintero Y Abría Un Pergamino. – Recuerda Que No Hay Arma Mas Mortífera Que Una Palabra Brotada De Un Corazón Noble.

La Pluma Hizo Contacto Con El Pergamino Y De Allí Nacieron Las Palabras Que Liberarían A Esmeralda, Palabras Más Fuertes Que Cualquier Ataque Físico.

“La Palabra… Instrumento De Justicia… Juzgado Serás Por La Pluma… Mientras Difumino Tu Cruel Destino

Tu Sangre Recorrerá Tus Dedos Hasta Entrar A Mi Tintero… Encerrado Por Siempre En Este Pergamino”

Después De Esto, Verso Dejó Caer Una Gota De Tinta, Esta Se Fue Extendiendo Hasta Consumir Al Minotauro Por Completo, Quedando Nada Más Que Una Mancha De Tinta Y Sangre. Así, Tal Cual Había Escrito, Toda La Sangre Entró En Su Tintero Y En El Pergamino Apareció La Imagen De Un Minotauro Encerrado Entre Letras. Y Todas Las Sombras Que Perseguían A Esmeralda, Desaparecieron.

Las Miradas De Esmeralda Y Verso Se Cruzaron, Los Rostros De Ambos Brillaron Como Nunca Jamás Lo Habían Hecho, El Frío Corazón Que Habitaba En Verso Fue Derretido Por Un Beso De Fuego, Sonrieron Las Nubes Y Lloraron De Felicidad Los Manantiales. De Repente Se Presentó El Olvido, Feliz De Ver A Su Señor Radiante.

Allí, Por Primera Vez, Una “Esmeralda” Descubrió Un “Verso” Feliz Y La Responsabilidad De Rescatar Princesas Pasó Al “Olvido”.

No Puedo Decir “Fin” Porque El Amor Entre Verso Y Esmeralda Es Una Historia Con Principio Pero Sin Final, o quizás si.

Este Relato Se Detiene Aquí, Lo Que Sigue Ya Es Otro Cuento, que ya les contare y que ocurrirá en estas Islas ...

Buenas noches bichitos *

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