La Música de Sergio

lunes, 8 de marzo de 2010

La vida se te puede pasar en la duda ... *


Escribamos esta noche sobre los…

Sentimientos, en una noche de entre frío en mi cuerpo, que creo que es principio de Gripe, al final del Invierno en " Canarias" . Sentimientos que nacen al nacer el día. Sentimientos que permanecen siempre alerta, incluso cuando nuestro cuerpo se adentra en el mundo de los sueños poco a poco a estas horas. También ahí siguen latentes, removiendo lo irreal con su presencia.

Sentimientos que se apoderan de nuestra imagen corporal desde que lloramos al salir del vientre maternal. Imagino, que en ese instante, ya tenemos sentimientos encontrados en los que la sensación de pérdida se une a la de miedo a lo desconocido, al ansia de ver, de sentir a ese ser que nos ha tenido dentro y ha ayudado a formarnos. El sentimiento de amor comienza a forjarse…

José Martí decía que, "Hay un solo niño bello en el mundo y cada madre lo tiene".

La alegría y la tristeza se aposentan, se instalan cómodamente. Aún desconocemos el odio o el rencor, la maldad o la violencia, aunque desgraciadamente los hay que la conocen demasiado pronto, provocándoles un sentimiento de terror.

Sí… desgraciadamente…

Los sentimientos van emergiendo del interior a cada paso que damos en nuestra andadura existencial. Son como peldaños que hay que subir en la escalera enrevesada que es la vida, escalera que parece no tener fin y que en ocasiones se nos hace empinada y difícil…

Los sentimientos se desarrollan a lo largo de la vida a consecuencia de las vivencias propias y particulares de cada ser. Lo que en unos se desarrolla más, afianzándose. En otros languidece o se pierde, quizá simplemente se esconda esperando una oportunidad.

Los sentimientos son como pequeñas explosiones de sensaciones diversas que hacen que sintamos de maneras diferentes, según y además, el estado de ánimo con el que recibamos esos sucesos.

A lo largo del camino que recorremos, se nos presentan con todo su esplendor e intensidad. Podemos sentir la alegría más intensa y llorar por ella. Nos puede invadir la pena y que las lágrimas sean amargas, produciéndonos tristeza sin fin.

Un día u otro el amor llama a nuestra puerta. Si la abrimos, un cúmulo de sensaciones nos pueblan llenándolo todo. Es un sentimiento tan poderoso, que relega a los demás a un segundo plano, haciéndose amo y señor absoluto. También puede ocurrir que de éste estado de felicidad plena, se pase al odio más acérrimo, dos sentimientos para el mismo estado, ¿curioso?...no, ocurre en demasiadas ocasiones…

El odio es un sentimiento nefasto, cruel y despiadado, que desea gobernarlo todo sin piedad. Aumenta el dolor físico y psíquico, ensucia la mente más limpia y trastoca toda la existencia sin miramientos de ningún tipo. Pero siempre existe una salida, todo está en buscarla. Una de las técnicas es bucear, cual peces, en el interior de nuestro cuerpo para encontrar esos otros sentimientos que asustados se cobijan en un rincón del corazón.

Sentimientos encontrados y perdidos. Sentimientos empequeñecidos. Sentimientos que se engrandecen. Sentimientos importantes, vivificadores, dulces o amargos…

Sentimientos que nos dan la vida y nos la quitan…

Sentimientos al fin…

Quizás como Benjamín Chaparro, lo bueno sería ocupar mi tiempo libre en escribir una novela, basada en una historia real de la que he sido testigo y protagonista, pero ya no sería "el secreto de tus ojos".

Es la mejor película que he visto en los últimos años, y ella me enseño que hay que ser valientes respecto al amor y los sentimientos, porque la vida se te puede pasar en la duda...

Hay que tener los pies en la Tierra, pero siempre los ojos en las estrellas...

Que tengas una buena noche y un mejor día *

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