La Música de Sergio

jueves, 10 de junio de 2010

Las Gotas *




Bajo el paraguas, la mujer espera la Guagua. De pie, justo al borde de la acera mira las gotas. Chop, chop, chop, un ejército implacable que cae sin ritmo. Chop chop chop, el paraguas recoge el sonido y destruye las gotas que se pierden por lo lados.

La mujer sigue el trayecto de una gota que se escurre, cae al suelo y se estrella formando un minúsculo charco. Es una gota más pero la mujer la ha distinguido y se preocupa por ella. Perdida la pista sigue a otra y a otra y a otra hasta que se cansa de seguirlas y mira la hora.

Avenida la Trinidad, la laguna...

La acera y la calzada son del mismo color. Todo es de malva, o violeta,como prefieran ustedes, el color que alguien imaginó para la ciudad.

Sólo las letras del suelo de la parada lucen amarillas.

Piensa cómo sería el suelo amarillo. Haría la ciudad más luminosa. Malva o Violeta las letras y amarillo el suelo. Chop, chop, chop las gotas caen dejando una pequeña pista para que las demás las sigan.

Coches de muchos colores pasan alborotando los charcos pero se ven Violetas o malvas a través de la lluvia. Son como los agitadores, una vez soliviantado los ánimos se van y dejan todo salpicado.

Las gotas resbalan apresuradas, quieren llegar a su destino, el suelo es su victoria.

Se acerca la Guagua con los parabrisas saludando, mientras apartan las gotas que incansables se estrellan contra el cristal.

Son tenaces suicidas que a pesar de conocer el destino, se lanzan de grado.

Hay un lío de gotas que no encuentran el camino porque un papel les impide avanzar. La mujer, como un profeta, mete la punta de zapato e indica la ruta a seguir.

Cierra el paraguas pero no lo escurre.

Sube a la Guagua y se lleva con ella pequeñas gotas que han tenido suerte y harán el trayecto más cómodo que las otras que han de ir corriendo por el suelo.

ahora ellas estan en la ventana de mi casa y me saludan, me dan las buenas noches.

Lo dicho bichitos, disfruten de las lindas gotas que nos dejan la lluvia en la noche. que descansen con su música *

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